Preguntas de Repaso para el Examen I

El número atómico de un elemento representa la cantidad de protones que se encuentran en su núcleo. Los protones son partículas subatómicas con carga positiva y determinan la identidad del elemento.

El enlace covalente polar se caracteriza por la desigual distribución de electrones entre los átomos que comparten el enlace. Esto ocurre debido a que uno de los átomos tiene mayor electronegatividad que el otro, lo que significa que atrae con mayor intensidad los electrones compartidos. Como consecuencia, el átomo con mayor electronegatividad adquiere una carga parcial negativa (δ-), mientras que el otro átomo adquiere una carga parcial positiva (δ+).

La estructura terciaria de una proteína se refiere a la forma tridimensional compleja que adquiere la proteína debido a las interacciones entre los grupos R de los aminoácidos. Estas interacciones incluyen enlaces de hidrógeno, enlaces iónicos, fuerzas de van der Waals y puentes disulfuro. La estructura terciaria es crucial para la función de la proteína, ya que determina la forma y la especificidad de su sitio activo.

El ATP (trifosfato de adenosina) es la molécula que se utiliza como fuente de energía en las células. Es un nucleótido que contiene tres grupos fosfato unidos a una molécula de adenina y una ribosa. La energía se libera cuando se rompe uno de los enlaces fosfato. Esta energía se utiliza para realizar procesos celulares, como la contracción muscular, la síntesis de proteínas y el transporte de moléculas entre las células.

Los ácidos grasos saturados son cadenas hidrocarbonadas que contienen solo enlaces simples entre átomos de carbono. A temperatura ambiente, son sólidos debido a la fuerza de las interacciones entre las moléculas, lo que les confiere una estructura compacta y estable, como la manteca o el sebo.

Los ácidos nucleicos son macromoléculas poliméricas formadas por monómeros llamados nucleótidos. Estos monómeros consisten en un azúcar de cinco carbonos (pentosa), un grupo fosfato y una base nitrogenada. Los ácidos nucleicos almacenan y transmiten la información genética y son cruciales para la vida. Hay dos tipos principales de ácidos nucleicos: el ADN (ácido desoxirribonucleico) y el ARN (ácido ribonucleico).

El colesterol ayuda a mantener la fluidez de la membrana celular, actuando como un amortiguador que previene cambios bruscos en su estado.

El grupo fosfato en un nucleótido es responsable de la transferencia de energía en las células. Actúa como una unidad de energía transportable.

La fagocitosis es el proceso por el cual las células ingieren partículas sólidas grandes como bacterias o restos celulares.

La membrana plasmática regula qué sustancias entran y salen de la célula. Esto ayuda a las células a mantener un equilibrio interno estable (homeostasis).

Las acuaporinas son proteínas que facilitan el paso rápido del agua a través de la membrana celular. Son como canales especiales para el agua.

En las células procariotas, el ADN se encuentra en una región denominada nucleoide. No está envuelto dentro de una membrana nuclear como en las células eucariotas.

La exocitosis es el proceso mediante el cual las células liberan moléculas grandes al exterior, como hormonas o proteínas.

Los ribosomas son los orgánulos responsable de la síntesis de proteínas. Utilizan la información del ARN mensajero para crear cadenas de aminoácidos.

Las uniones de brecha, también llamadas gap junctions, permiten el intercambio de pequeñas moléculas e iones entre células adyacentes, facilitando la comunicación rápida.

La principal diferencia entre las células procariotas y eucariotas es que las eucariotas poseen orgánulos membranosos, mientras que las procariotas no. Los orgánulos permiten una mayor especialización.

Los desmosomas son estructuras que unen fuertemente células adyacentes en un punto, proporcionando resistencia y estabilidad a los tejidos.

El núcleo es la estructura celular que contiene el ADN. El ADN contiene el código genético que dirige la producción de proteínas.

Las proteínas periféricas están unidas a la superficie de la membrana celular, no se encuentran incrustadas en ella. Pueden desempeñar funciones específicas.

Los lisosomas son orgánulos que descomponen materiales de desecho, bacterias invasoras y otras sustancias dentro de la célula. Su función principal es la digestión celular.

Los microtúbulos son partes del citoesqueleto que participan en el movimiento de los cromosomas durante la división celular. Se ensamblan y desensamblan para guiar los cromosomas.

La liberación de sustancias al exterior de la célula por medio de vesículas que se fusionan con la membrana celular se denomina exocitosis.

Las células bacterianas poseen paredes celulares compuestas por peptidoglicano, una estructura compleja de azúcares y proteínas. Esta característica es exclusiva de las bacterias.

La membrana plasmática es la barrera que separa el interior de la célula del exterior. Su función principal es controlar el paso de sustancias a través de ella, regulando el ingreso y la salida de moléculas.

Los fosfolípidos son moléculas que forman la estructura básica de las membranas celulares. Tienen una cabeza polar (hidrofílica) que se orienta hacia el agua y una cola no polar (hidrofóbica) que se aleja del agua.

La fluidez de la membrana se refiere a su capacidad de movimiento y flexibilidad. Depende de la composición de lípidos, como los fosfolípidos y el colesterol, que afectan su estructura y movimiento.

El modelo de mosaico fluido describe la membrana celular como una estructura dinámica y flexible, donde los lípidos y las proteínas se mueven constantemente, como si fueran un mosaico.

Las proteínas de canal son como túneles que permiten el paso de iones a través de la membrana celular. Este tipo de transporte se denomina 'difusión facilitada' ya que no requiere energía adicional.

Las proteínas transmembrana atraviesan completamente la bicapa lipídica de la membrana celular, uniendo el medio intracelular con el extracelular. Actúan como receptores, transportadores o enzimas.

La osmosis es un tipo de transporte pasivo donde el agua se mueve a través de una membrana semipermeable desde una zona de mayor concentración de agua a una de menor concentración.