Módulo I: Introducción a la DBT

La DBT es un enfoque de psicoterapia centrado en desarrollar habilidades para regular las emociones, tolerar la angustia, mejorar las relaciones interpersonales y aumentar la efectividad en la vida. Se basa en la idea de que el sufrimiento emocional es la raíz de muchas dificultades.

La DBT busca crear una dialéctica entre la aceptación de las emociones y la búsqueda de cambios adaptativos en el comportamiento. Esto significa que se valora el reconocimiento de los sentimientos, pero también se impulsa a la persona a tomar acciones constructivas para mejorar su situación.

La DBT busca combinar un enfoque basado en objetivos individuales con la aplicación de protocolos estandarizados, ofreciendo una guía estructurada para el tratamiento.

La DBT enfatiza la importancia de la colaboración entre el terapeuta y un equipo de consultoría. Este equipo proporciona apoyo, supervisión y entrenamiento al terapeuta, reduciendo la probabilidad de burnout y mejorando la calidad del tratamiento.

La DBT reconoce la importancia de los manuales diagnósticos, como el DSM, pero también complementa la información con una evaluación funcional. Esto significa que se considera no solo el diagnóstico, sino también la función del comportamiento dentro del contexto de la vida de la persona.

La DBT se basa en la Teoría Biosocial, que explica el desarrollo del malestar y las dificultades de las personas con TLP. Esta teoría considera factores biológicos, sociales y psicológicos que interactúan en la creación del sufrimiento.

La DBT incluye un manual de entrenamiento en habilidades que capacita a las personas con TLP para afrontar las emociones, las relaciones y los desafíos de la vida. Este manual proporciona herramientas para lograr un mayor control sobre su bienestar.

La DBT se considera un tratamiento eficaz para las personas con TLP. Estudios han demostrado su capacidad para reducir las conductas autolesivas, aumentar la calidad de vida y mejorar las relaciones interpersonales.

La terapia dialéctico-conductual (DBT) es un tratamiento eficaz para personas con trastorno límite de la personalidad (TLP) y alto riesgo de suicidio. Estudios han demostrado su capacidad para reducir la autolesión, mejorar el cumplimiento del tratamiento, disminuir el tiempo de hospitalización y el riesgo de suicidio.

Inicialmente, DBT fue creada para tratar a personas con TLP y alto riesgo de suicidio, pero estudios posteriores han demostrado su eficacia para tratar una variedad de problemas de salud mental.

DBT ha sido utilizado para tratar trastornos de la alimentación, depresión resistente al tratamiento y otros problemas.

Estudios controlados y aleatorios han demostrado la efectividad de la DBT estándar y adaptada en diferentes centros de investigación.

La DBT se basa en principios de regulación emocional y control conductual, lo que la hace adaptable a trastornos que incluyen desregulación emocional y comportamientos impulsivos.

La DBT se ha adaptado con éxito para tratar a adolescentes con TLP, trastorno bipolar y trastornos alimentarios.

Estudios en adolescentes han demostrado que la DBT puede reducir la ideación suicida, el tiempo de hospitalización y otros síntomas del TLP.

La DBT se ha usado para reducir la frecuencia y la gravedad de los atracones y purgas en personas con trastornos alimentarios.

Es un trastorno mental caracterizado por patrones de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la imagen propia y las emociones, junto con impulsividad.

El abuso de sustancias es una comorbilidad frecuente en el TLP, lo que significa que a menudo ocurre junto con él. Se ha demostrado que la DBT puede ayudar a reducir la frecuencia y gravedad de las recaídas en el abuso de sustancias.

La DBT se ha aplicado con éxito en pacientes ancianos con depresión que no responden a la medicación. La terapia grupal y el apoyo telefónico pueden reducir significativamente los síntomas depresivos.

La DBT puede ayudar a reducir los síntomas del déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en adultos. Se ha demostrado que el entrenamiento en habilidades DBT ayuda a controlar la impulsividad y la distractibilidad.

La DBT ha demostrado ser eficaz en estudios clínicos como un tratamiento independiente para una variedad de problemas, como la depresión, la ira, la desregulación emocional, los trastornos de la alimentación y el consumo de alcohol.

La DBT se ha utilizado eficazmente en mujeres encarceladas para reducir los síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT), la depresión y los problemas interpersonales.

Estudios han demostrado que la DBT puede ayudar a reducir la agresión, la impulsividad y la psicopatología en hombres y mujeres en centros penitenciarios, y a reducir el riesgo de violencia en parejas con antecedentes de violencia.

La incapacidad de reconocer, nombrar, gestionar y tolerar las emociones, afectando la capacidad del individuo para responder apropiadamente a los eventos.

Un trastorno mental caracterizado por la desregulación emocional, impulsividad e inestabilidad en las relaciones interpersonales, la imagen de sí mismo y el comportamiento.

Un conjunto de prácticas que ayudan a las personas a prestar atención al momento presente sin juicio.

Unidades semanales de entrenamiento destinadas a desarrollar habilidades de regulación emocional, comunicación interpersonal y autocuidado.

Sesiones individuales con un terapeuta DBT para abordar problemas específicos, fortalecer las habilidades aprendidas y revisar el progreso.

Llamadas telefónicas entre el paciente y el terapeuta entre sesiones para resolver crisis o fortalecer las habilidades aprendidas.

Reuniones semanales del equipo terapéutico DBT para discutir casos, coordinar estrategias y asegurar la calidad del tratamiento.

Un enfoque terapéutico que considera que tanto la persona como su entorno están en constante cambio y evolución. En lugar de buscar la estabilidad, se busca ayudar a la persona a sentirse cómoda con el cambio.

Este modelo explica el trastorno límite de la personalidad como resultado de la combinación de una predisposición biológica a la vulnerabilidad emocional y un entorno invalidante.

Las personas con esta predisposición son altamente sensibles a los estímulos emocionales, reaccionan de manera intensa y tardan en volver a la calma.

Un entorno invalidante puede ser castigador, minimizar las emociones, responder de forma exagerada a ellas y no enseñar habilidades de regulación emocional.

Este tipo de ambiente responde de manera errática o exagerada a las emociones del niño, negándolas o atribuyéndolas a rasgos negativos.

Este tipo de comportamiento consiste en negar o minimizar las emociones del niño. Por ejemplo, decirle 'deja de llorar' o 'no seas cobarde'.

Este tipo de entorno restringe al niño en sus demandas y preferencias, no le permite expresar sus necesidades y utiliza el castigo para controlar su comportamiento.

En DBT, el enfoque está en fortalecer al consultante. La terapia individual enseña y motiva, mientras que el entrenamiento grupal ofrece habilidades prácticas para situaciones difíciles.

Linehan observó que la terapia inicial se enfocaba en apagar crisis, sin enseñar a evitarlas. Esto llevó a la división de la terapia en dos.

El entrenamiento en habilidades, en DBT, se centra en aprender herramientas para enfrentar situaciones, reduciendo la probabilidad de futuras crisis.

Las habilidades pueden enseñarse en grupos, con terapeutas especializados, o individualmente. La elección depende de factores como el contexto y las necesidades del consultante.

La falta de recursos, la necesidad de un enfoque individualizado o la presencia de conductas agresivas pueden justificar el entrenamiento individual.

En pacientes con fobia social, el entrenamiento en habilidades debe darse individualmente primero, antes de integrarlos a un grupo.

La efectividad de los formatos de entrenamiento en habilidades depende de diversos factores como el contexto y las necesidades del consultante.