Metales de Transición en Bromatología

Los metales de transición generalmente tienen puntos de fusión muy altos, algunos superan los 3000°C.

Los metales de transición suelen tener una densidad elevada.

Los metales de transición generalmente tienen dos electrones en el último nivel de energía y el electrón diferenciante se ubica en el penúltimo nivel.

La configuración electrónica externa de muchos metales de transición es ns2(n-1)d1-10.

Existen excepciones a la configuración ns2(n-1)d1-10, como el cobre, cuya configuración es 4s1 3d10 por ser más estable.

Al formar cationes, los electrones del subnivel 's' se pierden antes que los del subnivel 'd'.

Los metales de transición presentan una gran variedad de números de oxidación, desde +1 hasta +8 (para el osmio).

Los números de oxidación comunes de los metales de transición estudiados son +1, +2, +3, +4, +6 y +7.

El subnivel 'd' incompleto confiere a los metales de transición propiedades como colores en sus compuestos, actividad catalítica y formación de iones complejos.

Los colores de los compuestos de metales de transición se deben a transiciones electrónicas en los orbitales 'd' parcialmente llenos.

Algunos metales de transición son tóxicos y se denominan "metales pesados".

Es un sólido insoluble en agua, pero soluble en ácidos no oxidantes. Se forma cuando una solución de iones mercurio(II) reacciona con un hidróxido alcalino.

Sólido blanco insoluble en agua. Reacciona con ácidos no oxidantes y con hidróxidos alcalinos por ser anfótero.

Un óxido que reacciona tanto con ácidos como con bases.

Hidróxido blanco que se precipita cuando el ion zinc reacciona con una base. Es anfótero.

Ion soluble formado cuando el hidróxido de zinc reacciona con un exceso de base.

Compuestos formados con el zinc y un grupo de ligandos, como amoníaco, cianuro, hidróxido, o haluros. Generalmente tienen un índice de coordinación de 4.

Compuestos formados por cadmio y ligandos. Semejantes a los complejos de zinc, pero no forma complejo con anión hidróxido.

Compuestos formados por mercurio(II) y ligandos como haluros, cianuro o sulfocianuro. Su índice de coordinación es 4.

Se precipitan cuando los iones metálicos correspondientes del cinc y cadmio se tratan con hidróxidos alcalinos o de soluciones amoniacales.

El ion mercurio (II) puede formar complejos con halogenuros, como el tetrayodomercuriato (II).

Anión complejo formado por mercurio (II) y yoduro en exceso. Es parte del reactivo de Nessler.

Reactivo usado para determinar amoníaco y sales de amonio, utilizando el tetrayodomercuriato (II).

Conjunto de elementos metálicos, semimetálicos e incluso no metálicos que presentan un alto grado de toxicidad y/o contaminación ambiental.

Los metales pesados no se degradan o destruyen fácilmente, permaneciendo en el ambiente durante mucho tiempo.

Los metales pesados pueden acumularse en los seres vivos a través de la cadena trófica, causando daño.

Los metales pesados pueden transformarse químicamente en los organismos y sus efectos pueden cambiar.

Los metales pesados poseen un alto grado de toxicidad para los seres vivos, con potenciales riesgos.

Los metales pesados, presentes naturalmente en la Tierra, pueden volverse contaminantes cuando las actividades humanas los liberan al ambiente (aire, agua, suelo).

Las fuentes humanas que liberan metales pesados al ambiente incluyen la minería, la fabricación, la agricultura (fertilizantes, pesticidas) y otras actividades industriales.

En Mendoza, una fábrica de cloro-álcali que usaba mercurio liberó lodos contaminados al sistema cloacal, contaminando el agua y el suelo.

Los metales pesados pueden acumularse en los organismos a través de la cadena alimentaria.

Conforme avanzamos en la cadena alimentaria, los niveles de metales pesados suelen aumentar.

El mercurio persiste en el medio ambiente y se mueve, formando compuestos orgánicoe, bioacumulándose y biomagnificándose en la naturaleza.

Los metales pesados, como el mercurio, cadmio y cobre, pueden causar diversas enfermedades al entrar al cuerpo por ingestión, inhalación o contacto con la piel.

El mercurio puede entrar al cuerpo por la ingestión de alimentos contaminados (como pescado) o por inhalación de vapores.

La intoxicación por mercurio puede provocar temblores, problemas mentales, renales y, en casos severos, daños pulmonares e incluso la muerte.

El cadmio puede ingresar al organismo a través de la ingestión de alimentos contaminados (pescado, cereales) o el humo del cigarrillo.

El cadmio se acumula en los riñones, causando hipertensión y disfunción renal, así como enfermedades pulmonares y osteoporosis en algunos casos.

El cobre puede ingresar al cuerpo a través de la ingestión de alimentos o bebidas contaminados o por inhalación.

Aunque el cobre es esencial en pequeñas cantidades, la exposición excesiva puede causar problemas de salud, aunque estos no son tan comunes como los efectos del cadmio o mercurio.