CLASE 4 (ADQUISICION) Medicamentos: Fecha de Vencimiento y Seguridad

El ordenamiento y manejo de los medicamentos es esencial para que la unidad de salud funcione correctamente.

Tener los medicamentos necesarios disponibles en todo momento, especialmente los más importantes.

Reconocer fácilmente el nombre, concentración, estado, vía de administración y fecha de vencimiento de cada medicamento.

Evitar pedidos urgentes, que cuestan dinero y tiempo.

Mantener los medicamentos en buen estado y evitar que se deterioren.

Despachar los medicamentos de manera correcta a los pacientes.

Ganar tiempo para dedicarlo a otras actividades de atención médica.

Establecer principios para organizar y conservar los medicamentos en farmacias y boticas.

Cada medicamento debe tener un lugar específico en el estante, identificado con una etiqueta que incluye el nombre genérico, la presentación y eventualmente el código del medicamento.

Los medicamentos más antiguos, con fecha de vencimiento más cercana, se deben colocar en la primera fila para ser dispensados primero.

Al ingresar nuevos medicamentos, verificar la fecha de vencimiento y llevar un registro de todos los medicamentos.

Almacenar medicamentos que necesitan temperatura controlada (2°C - 8°C) en un refrigerador designado, mantenerlo limpio y ordenado.

Evitar abrir el refrigerador con frecuencia y usarlo solo para medicamentos, nunca para bebidas o alimentos.

Ventilar el local de la farmacia para evitar la humedad. Cerrar bien las cajas de los medicamentos.

La luz fuerte puede dañar los medicamentos. Instalar cortinas o pintar las ventanas para reducir la exposición a la luz.

Un lugar separado del despacho, limpio, fresco, ventilado, sin humedad y claramente identificado para almacenar medicamentos, evitando riesgos de robos y humedad.

Mantener la farmacia limpia para evitar plagas de insectos, ratones u otras plagas, que representan un riesgo para la seguridad de los medicamentos.

Tener un extintor de incendios conectado a un equipo electrógeno en caso de fallas de energía, para proteger tanto los medicamentos como la farmacia.

Es importante contar con un sistema de ordenamiento de medicamentos que facilite el acceso a los mismos para un despacho rápido y eficiente.

Los medicamentos deben estar organizados según su vía de administración (oral, inyectables, externo) y luego clasificados por orden alfabético o por acción farmacológica.

Los medicamentos de uso oral se clasifican en tres grupos: comprimidos, jarabes y suspensiones, y luego se ordenan alfabéticamente o por acción farmacológica.

Estos medicamentos se utilizan para aplicar sobre la piel, y se clasifican según su tipo de acción: tópica, transdérmica, etc.

Los medicamentos inyectables se clasifican según la vía de administración (intramuscular, intravenosa, etc.) y luego por el tipo de medicamento.

La fecha límite hasta la cual el fabricante garantiza que el medicamento mantiene su eficacia y calidad original, si se almacena y maneja adecuadamente.

Verificar la fecha de vencimiento de un medicamento antes de usarlo o comprarlo es crucial para garantizar su calidad y seguridad.

Si se encuentra un medicamento sin fecha de vencimiento o vencido, se debe consultar con el Jefe de Farmacia para determinar si se puede utilizar o debe desecharse.

Los medicamentos que deben ser eliminados no deben tirarse a la basura, ya que pueden contaminar el ambiente o ser recogidos por personas no autorizadas.

Los medicamentos que se van a desechar deben ser gestionados según las indicaciones del Jefe de Farmacia y del Departamento de Contabilidad.

El calor puede afectar a muchos medicamentos, especialmente a los ungüentos, cremas y supositorios. Algunos medicamentos necesitan refrigeración, pero sin congelarlos. Otros medicamentos pueden ser afectados por el oxígeno o las vibraciones.

Las tabletas húmedas pueden desintegrarse, pegarse o fracturarse. Por ejemplo, las multivitaminas. También, algunos medicamentos pueden cambiar de olor cuando se humedecen, como la aspirina que adquiere un olor ácido. Algunos medicamentos también pueden cambiar de color o tener manchas.

Algunos medicamentos se secan y se vuelven como tierra seca. Por ejemplo, comprimidos de hidróxido de aluminio.

Cuando los medicamentos se humedecen, pierden firmeza, se pegan y se desintegran fácilmente. Por ejemplo, las sales de rehidratación oral no deben usarse si se encuentran húmedas, pegajosas o no se disuelven.

En los medicamentos inyectables, debes evitar inyectarlos si hay partículas, el líquido está turbio o no tiene su color habitual.

Después de un tiempo, los medicamentos pierden su eficacia y algunos, como la tetraciclina, se vuelven tóxicos.

Reconocer el aspecto y el olor normal de los medicamentos te ayudará a identificar cuándo están en buen estado. Si tienes dudas sobre un medicamento, no lo compres, almacenes o uses. Deséchalo de forma apropiada.

Los medicamentos no deberían exponerse al sol.