Las Revoluciones Industriales

Un periodo de grandes cambios tecnológicos y económicos que comenzó en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII y se extendió por Europa y Estados Unidos.

La primera fase de la Revolución Industrial, que se desarrolló desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, centrada en innovaciones como las máquinas de vapor.

Período histórico anterior a la Revolución Industrial caracterizado por la continuidad, a pesar de cambios significativos.

El mundo antes de la Revolución Industrial mantuvo similitudes a pesar de trastornos (guerras, etc.)

La Revolución Industrial marcó una ruptura con el pasado, haciendo que el pasado se viera de manera diferente.

País donde empezó la Revolución Industrial debido a sus condiciones ideales, como desarrollo agrícola y capital disponible.

La Revolución Industrial se extendió gradualmente desde Gran Bretaña a otros países europeos y a Estados Unidos.

Segunda fase de la Revolución Industrial ocurrida a finales del siglo XIX y principios del XX, centrada en el uso de electricidad y petróleo.

Cambio en el ciclo demográfico, caracterizado por alta natalidad y baja mortalidad, dando como resultado un rápido crecimiento de la población.

Ciclo demográfico pre-revolución con alta natalidad y alta mortalidad. Crecimiento lento.

Cambios en los métodos de cultivo y en la propiedad de la tierra que ayudaron a alimentar a una población en crecimiento, posibilitando la revolución industrial.

Cantidad de alimentos producidos en el campo.

Gran número de consumidores disponibles, que incentiva el desarrollo industrial.

Significa que nacen muchos niños en una población.

Significa que mueren menos personas en una población.

Las primeras embarcaciones usaban ruedas de palas, lo que solo era efectivo en ríos.

La incorporación de la hélice a los barcos a vapor aumentó su velocidad y los hizo más competitivos con los barcos de vela.

Proceso de cambio de la producción artesanal a la industrial en Gran Bretaña, comenzando alrededor de 1780.

Inglaterra tenía un mercado amplio y libre de comercio de mercancías, materias primas, trabajadores y capital, desde el siglo XVII.

Mejora de carreteras, canales y, más tarde, ferrocarriles, permitiendo un transporte más rápido y eficiente de mercancías.

El comercio del siglo XVI y XVII, y las mejoras agrícolas, generaron el capital necesario para la industria.

Cambios en las técnicas agrícolas y la propiedad de la tierra, que prepararon el camino para la Revolución Industrial.

Inglaterra poseía una combinación de factores incluyendo un mercado amplio, una red de transporte mejorada, capital disponible y una agricultura productiva, que la convirtieron en pionera de la industrialización.

El incremento en la producción agrícola generó un excedente alimentario, liberó mano de obra rural, y proporcionó capital para la industrialización. Este proceso incentivó el crecimiento urbano.

Las reformas agrarias (enclosures) aumentaron la productividad agrícola, pero desplazó a los trabajadores del campo a las ciudades, a la búsqueda de trabajo en las fábricas.

El aumento del ingreso campesino generó un mercado consumidor para los bienes producidos en las fábricas, impulsando la industrialización.

Los beneficios generados de los propietarios agrarios proporcionaron el capital necesario para financiar la creación de las fábricas e industrias.

La demanda de productos industriales aumentó incentivando el avance tecnológico y la búsqueda de mayor eficiencia en la producción.

En la industria textil se introdujeron cambios que mejoraron la productividad en el hilado y el tejido, como la lanzadera volante y el telar mecánico.

El algodón, proveniente de plantaciones en India y EE.UU., fue una materia prima barata y abundante para la industria textil inglesa.

Dos procesos clave en la fabricación textil, que en un principio presentaban desbalances en la productividad, requerían mejoras, para aumentar la productividad para la demanda.

Política económica que dificulta la entrada de productos extranjeros a un país para proteger la producción nacional.

Impuesto que se aplica a las mercancías que entran o salen de un país.

Impuesto aplicado a la importación o exportación de bienes.

Método de rotación de cultivos que mejora la fertilidad del suelo, combinando cereales con nabos y trébol.

Leyes que permitieron la privatización de tierras en Inglaterra, fomentando el uso eficiente de la tierra.

Carbón sin sulfuro utilizado para mejorar la calidad del hierro.

Recursos utilizados para producir bienes y servicios.

Durante el siglo XIX, las principales regiones industriales de Europa se concentraban en Gran Bretaña, Francia, Alemania, Bélgica y el norte de Italia. Estas regiones estaban caracterizadas por la concentración de fábricas y la producción de textiles, carbón, hierro, acero y maquinaria.

Dominio o supremacía de un país sobre el mar, que le permite controlar el comercio y la navegación.

Materias primas esenciales para la producción industrial, como el hierro y el carbón, que permiten impulsar el desarrollo económico.

Permite la difusión libre de información y opiniones, fomentando la innovación y el progreso.

Beneficios que obtiene un país al comerciar libremente con otros, permitiendo la especialización y el intercambio de productos.

Peel destaca que Gran Bretaña tiene una posición privilegiada a principios del siglo XIX. Su argumento se basa en su ubicación estratégica, recursos abundantes, libertad de pensamiento y comercio global.

Sistema de producción que consiste en dividir la fabricación de un producto en tareas simples que realizan diferentes trabajadores, optimizando el proceso.

La eficiencia en el trabajo se logra minimizando movimientos innecesarios del trabajador, evitando que se agache y que dé más de un paso, simplificando las tareas.

Cada obrero se especializa en una pequeña parte del proceso productivo, lo que reduce la necesidad de pensar y permite la automatización.