La creación y emociones en la humanidad

La condición humana de ser pecaminoso, es decir, imperfecto y propenso a cometer errores.

El estado de separación de Dios debido al pecado. Es la consecuencia de nuestras acciones pecaminosas.

La renuncia de Jesús a su existencia divina para venir a la Tierra como humano. Un acto de amor y sacrificio.

El acto de cambiar nuestro pensamiento y comportamiento, ajustándolos a la voluntad de Dios.

El proceso de recibir el perdón de Dios por medio de Jesucristo.

La vida eterna en la presencia de Dios, un regalo que se recibe por la fe en Jesús.

La pregunta que se hace el salmista en el Salmo 8:4, explorando la gran diferencia entre la grandeza de Dios y la fragilidad del ser humano.

La idea de que la existencia humana es el resultado de un proceso natural de evolución, sin intervención divina.

El concepto de que el ser humano es más que un simple animal, dotado de una esencia especial que lo distingue.

La idea de que la humanidad tiene un propósito trascendente, más allá de la existencia física.

La creencia de que la vida humana tiene un significado y un valor que provienen de una relación personal con Dios.

El misterio que nos invita a reflexionar sobre nuestra verdadera naturaleza, origen y destino.

Un llamado a investigar las escrituras para descubrir la verdad sobre el propósito y significado de la vida.

El objetivo principal de la vida, aquello que Dios desea que alcancemos y realicemos.

El propósito inmediato de la vida cristiana es convertirnos a la imagen de Dios.

La Biblia enseña que Dios quiere moldear nuestros corazones y mentes para que sean como Él.

Piedad es una palabra usada en la Biblia para describir el desarrollo del carácter de Dios.

Cristo vino a la Tierra para dejarnos un ejemplo perfecto de cómo vivir.

Dios quiere que tengamos un carácter como el suyo, que pensemos y actuemos como Él.

Para desarrollar nuestro carácter debemos aprender de las enseñanzas y el ejemplo de Jesucristo.

La búsqueda de la perfección espiritual es un proceso continuo de cambio hacia la imagen de Dios.

Dios nos ha dado la capacidad de realizar actividades cognitivas complejas, como pensar, razonar, usar la lógica y tomar decisiones. Esto nos acerca a Él, pero aún existe una gran diferencia entre nosotros.

Somos creados a la "imagen" de Dios en el sentido de que tenemos la capacidad de crear y apreciar la belleza, la música, las relaciones y las emociones, como lo hace Dios.

Somos hechos de carne y hueso, materiales físicos que eventualmente se desgastan. Dios, por otro lado, es espíritu puro, inmaterial e ilimitado.

Dios usó un diseño especial al crear a los humanos: ¡somos hechos a su propia imagen! Esto significa que somos la única especie creada a la imagen de Dios, aparte de Dios mismo.

Dios nos dio la capacidad de sentir una gama amplia de emociones, desde alegría hasta ira, lo que nos ayuda a conectar con Él y con otros.

La capacidad de amar y buscar relaciones interpersonales es una característica importante de los humanos, un reflejo de la naturaleza de Dios.

El "espíritu en el hombre" nos permite experimentar estas habilidades mentales y emocionales.

Somos creados a imagen de Dios, pero hay diferencias importantes entre nosotros y Él. Nuestras limitaciones físicas y espirituales nos diferencian de su naturaleza divina.

Durante el reinado de mil años de Jesús, los creyentes serán "sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años" (Apocalipsis 20:6).

Los creyentes serán reyes y sacerdotes, gobernando la tierra bajo la autoridad de Cristo.

Jesús enseñará directamente y aconsejará a la humanidad en el futuro.

La promesa de "heredar la tierra" significa que los creyentes recibirán un lugar especial en el reino de Dios.

Los creyentes tendrán autoridad sobre las naciones, gobernando junto a Cristo.

Algunos creyentes tendrán la oportunidad de "sentarse con Cristo en su trono", disfrutando de un lugar de honor a su lado.

Algunos creyentes serán responsables de liderar y gobernar ciudades enteras.

La vida actual es una preparación para futuras responsabilidades en el reino de Dios.

Dios nos creó a su imagen, pero hay una brecha entre nosotros.

Dios tiene un plan para que nosotros seamos como Él, con su naturaleza santa y justa.

Seguir a Jesús y desarrollar su carácter es el comienzo del proceso de cerrar la brecha con Dios.

La esperanza de estar con Dios en la eternidad, en un cuerpo perfecto y glorificado.

Servir a Jesús es ayudar a otros a alcanzar su potencial y expandir el Reino de Dios.

Descubrir el propósito de su vida puede cambiar la forma en que vive su vida diaria.

Aceptando el propósito de Dios para su vida, usted comienza a vivir una vida llena de significado.

Su vida tiene un propósito mayor y un futuro que sobrepasa la imaginación.