Función Renal y Excreción

Filtración: Los riñones filtran la sangre para remover desechos, toxinas y exceso de agua.
Regulación: Mantienen el equilibrio de electrolitos (sodio, potasio) y el pH sanguíneo.
Producción de Hormonas: Producen eritropoyetina (EPO) para la producción de glóbulos rojos y renina para la regulación de la presión arterial.
Conservación de Nutrientes: Reabsorben glucosa, aminoácidos y otros nutrientes esenciales.

Unidad Funcional: El nefrón es la unidad básica de filtración en el riñón.
Componentes:
- Glomérulo: Filtración de plasma sanguíneo.
- Túbulo Proximal: Reabsorción de agua, iones y nutrientes.
- Asa de Henle: Concentración de orina; reabsorción de agua y sodio.
- Túbulo Distal: Ajuste final de la composición de la orina.
- Conducto Colector: Reabsorción adicional de agua y regulación del volumen de orina.

Equilibrio Hidroelectrolítico: Controla el balance de agua y sales.
Regulación del pH: Ayuda a mantener el pH en un rango óptimo (7.35-7.45).
Temperatura Corporal: Los riñones contribuyen a la homeostasis térmica mediante el manejo de líquidos.
Eliminación de Desechos: Asegura la excreción de productos metabólicos y tóxicos.

Insuficiencia Renal: Pérdida de función renal; puede ser aguda o crónica.
Infecciones Urinarias: Afectan el tracto urinario; pueden causar dolor y aumento de frecuencia urinaria.
Cálculos Renales: Formación de depósitos minerales que pueden causar obstrucción y dolor.
Síndrome Nefrótico: Enfermedad que causa pérdida de proteínas a través de la orina.

Urea: Producto de descomposición de proteínas; principal componente de la orina.
Creatinina: Producto de la degradación de la creatina en los músculos.
Ácido úrico: Resultado del metabolismo de purinas; puede cristalizarse en las articulaciones.
Electrolitos: Excreción de sodio, potasio, cloro y bicarbonato, vital para la función celular.
Agua: Regulada según las necesidades del cuerpo para mantener el equilibrio hídrico.

Los riñones son responsables de filtrar la sangre, eliminando desechos, toxinas y el exceso de agua.
Mantienen el equilibrio de electrolitos, como sodio y potasio, además de regular el pH de la sangre.
Producen hormonas clave: eritropoyetina (EPO) que estimula la producción de glóbulos rojos y renina que controla la presión arterial.
Reabsorben nutrientes esenciales como glucosa y aminoácidos durante el proceso de filtración.

El nefrón es la unidad funcional básica en el riñón, encargado de la filtración y reabsorción.
El glomérulo realiza la filtración del plasma sanguíneo.
En el túbulo proximal se lleva a cabo la reabsorción de agua, iones y nutrientes.
El asa de Henle es crucial para la concentración de la orina y la reabsorción de agua y sodio.
El túbulo distal hace ajustes finales en la composición de la orina, regulando su concentración.
El conducto colector también reabsorbe agua y controla el volumen de orina excretada.

Los riñones mantienen el equilibrio hidroelectrolítico, gestionando la cantidad de agua y sales en el cuerpo.
Regulan el pH sanguíneo, asegurando que se mantenga en un rango óptimo de 7.35 a 7.45.
Contribuyen a la temperatura corporal al manejar el volumen de líquidos.
Garantizan la eliminación eficaz de productos metabólicos y sustancias tóxicas.

La insuficiencia renal puede ser aguda (súbita) o crónica (progresiva), llevando a una pérdida significativa de función.
Las infecciones urinarias afectan el tracto urinario, generando dolor y aumento de la frecuencia urinaria.
Los cálculos renales son depósitos minerales que causan obstrucciones y dolor intenso.
El síndrome nefrótico se caracteriza por una excesiva pérdida de proteínas a través de la orina.

La urea, producto de la descomposición de proteínas, es el principal componente de la orina.
La creatinina se forma a partir de la degradación de creatina en los músculos y se excreta por los riñones.
El ácido úrico es un producto del metabolismo de purinas, y su acumulación puede causar cristalización en las articulaciones.
Los electrolitos, incluyendo sodio, potasio, cloro y bicarbonato, son vitales para las funciones celulares y se excretan reguladamente.
La excreción de agua se ajusta según las necesidades del organismo para mantener el equilibrio hídrico.