Evaluación de Estructuras Existentes

Definición de intervención en estructuras: Deterioro no corregible, restablecimiento tras una acción accidental o dotación de nuevas prestaciones.
Implementación del Código Estructural para evaluar la capacidad portante en estructuras existentes.
Procedimientos para la evaluación coinciden con aquellos de proyectos de nueva construcción, diferenciados por niveles de seguridad.

Evaluación Preliminar: Inspección inicial y comprobaciones, utilizando procedimientos de obra nueva.
Evaluación Detallada: Se realiza un análisis estructural explícito de capacidad portante y aptitud de servicio; se pueden ajustar márgenes de seguridad.
Evaluación Avanzada: Métodos de análisis sofisticados, incluyendo métodos probabilísticos y modelos no lineales para detalles complejos de carga y geometría.

La norma sugiere el uso de análisis proporcionales y condiciones de cálculo que no deben exceder el coste de la reparación.
Se deben cumplir con limitaciones de resistencia en métodos ordinarios, evitando aplicar resultados de ensayos sin las adecuadas condiciones de diseño.

Aplicación de coeficientes parciales y correcciones, aunque la norma no especifica cómo realizarlas.
La reducción de incertidumbres se cuestiona: mayor en rehabilitación que en peritajes, ya que muchos datos se obtienen de ensayos y características de materiales.

Estructuras homogéneas con buenos indicios permiten tasas de explotación superiores al 5-10% de lo indicado para nueva construcción.
Intervenciones urgentes se consideran cuando las tasas de sobreexplotación superan el 25-35%.
Efectos de diseño que exceden el 10% de la resistencia de diseño podrían indicar necesidades de intervención emergente.

El Código Técnico de Edificación es obligatorio en rehabilitaciones con cambio de uso.
Métodos simplificados y avanzados para valorar la resistencia al fuego, incluyendo el método del fuego equivalente y el de isoterma 500.
Resistencia necesaria se establece según la utilización y el nivel de riesgo, comparando con datos tabulados.

Los métodos avanzados de análisis de fuego requieren formación específica y no son objeto de este resumen.
En la práctica, la evaluación y rehabilitación estructural se enfocan en criterios normativos aplicables a nuevos proyectos.

La intervención en estructuras implica corregir deterioros no reparables, restaurar tras accidentes o añadir nuevas funcionalidades.
El Código Estructural es esencial para evaluar la capacidad portante en estructuras existentes.
Los procedimientos de evaluación son similares a los de nuevas construcciones, diferenciándose por niveles de seguridad.

Evaluación Preliminar: Consiste en una inspección inicial y comprobaciones que siguen procedimientos de obras nuevas.
Evaluación Detallada: Involucra un análisis estructural específico de la capacidad portante y la aptitud de servicio, permitiendo ajustes en los márgenes de seguridad.
Evaluación Avanzada: Emplea métodos complejos de análisis, como probabilísticos y modelos no lineales, para tratar detalles complejos de carga y geometría.

Se recomienda el uso de análisis proporcionales, asegurándose de que los costes de reparación no se vean excedidos.
Es crucial cumplir con limitaciones de resistencia en métodos ordinarios, evitando la aplicación de resultados de ensayos sin las condiciones adecuadas de diseño.

Coeficientes parciales y correcciones deben ser aplicados, aunque la norma no ofrece directrices precisas para su implementación.
La incertidumbre en rehabilitación se considera mayor que en peritajes, dado que muchos datos provienen de ensayos y características de materiales.

Estructuras que son homogéneas y presentan buenos indicios tienen tasas de explotación que pueden superar el 5-10% en comparación con nuevas construcciones.
Intervenciones urgentes se consideran cuando las tasas de sobreexplotación exceden el 25-35%.
Cualquier diseño que supere el 10% de la resistencia de diseño puede indicar una necesidad de intervención urgente.

El Código Técnico de Edificación se aplica de manera obligatoria en rehabilitaciones que implican un cambio de uso.
Existen métodos simplificados y avanzados para evaluar la resistencia al fuego, como el método del fuego equivalente y el de isoterma 500.
La resistencia al fuego necesaria se determina según la utilización y el nivel de riesgo, utilizando datos tabulados como referencia.

Los métodos avanzados de análisis de fuego requieren formación especializada, que no es el foco de este resumen.
En la práctica, la evaluación y rehabilitación estructural deben alinearse con criterios normativos aplicables a nuevos proyectos.