Ética y Selección de Pruebas Psicológicas

Study Notes

Informed consent es crucial; adolescentes deben comprender el propósito, procedimientos y posibles riesgos de la prueba. Padres o tutores deben estar de acuerdo también.
Confidencialidad de los datos es esencial, protegiendo la información personal del menor.
El protocolo de la prueba debe seguir las normativas éticas locales y nacionales para la evaluación psicológica.
La privacidad, confidencialidad y respeto por la dignidad del adolescente tiene que asegurarse.
Utilización responsable de resultados e interpretación correcta, sin sesgos o prejuicios.

La selección de la prueba debe estar basada en la edad y el nivel de desarrollo del adolescente.
Considerar la naturaleza de la prueba. Pruebas específicas para diferentes áreas de inteligencia pueden ser necesarias.
Adaptaciones para necesidades especiales o discapacidades del adolescente son cruciales para una evaluación justa.
Validez y fiabilidad de la prueba debe ser verificada para asegurar resultados precisos.
Considerar las limitaciones de la prueba en cuanto a la cultura y contexto socioeconómico del menor.

Ambiente tranquilo y libre de distracciones.
El examinador debe estar capacitado y tener experiencia en la administración e interpretación de pruebas para adolescentes.
El examinador debe crear un ambiente relajado y de confianza.
Instrucciones claras y precisas para ambos, estudiante y examinador.
Observación sistemática del comportamiento durante la prueba; registrar cualquier comportamiento inusual o factor que pueda influir en los resultados.

Considerar los resultados en el contexto del desarrollo del adolescente y las interacciones social y emocional.
Interpretar los resultados teniendo en cuenta la información recopilada de otras formas, como observacionales y de entrevistas.
Evitar generalizaciones y no basarse únicamente en puntuaciones aisladas.
Revisar los análisis por expertos antes de concluir con un diagnóstico.
Comunicación clara y precisa de los resultados a los padres o tutores legales, con sugerencias de apoyo e intervención.

La prueba debe ser traducida y adaptada culturalmente para asegurar que los resultados sean válidos para la población testeada.
Diferencias socioeconómicas o de contexto cultural pueden influir en las respuestas del adolescente.
Es necesario tener en cuenta tales variables para interpretar los resultados.
El test no puede evaluar el potencial intelectual general; hay que considerar las condiciones de vida, educación y ambiente sociocultural.

Utilizar los resultados para planificar estrategias de intervención individualizadas, teniendo en cuenta las habilidades y necesidades del adolescente.
Trabajar con equipos multidisciplinarios (psicólogos, educadores, terapeutas) para brindar apoyo integral.
Crear planes de apoyo educativos e intervenciones enfocadas en las áreas donde los puntajes fueron más bajos.
Proporcionar recursos y estrategias de apoyo para fortalecer las áreas donde el adolescente presenta mayores capacidades.
Incentivar el desarrollo de habilidades de compensación para que el adolescente pueda hacer frente a sus retos.

Monitoreo del progreso del adolescente a lo largo del tiempo.
Nuevas evaluaciones periódicas pueden ser necesarias para adaptar o modificar las estrategias de intervención.
Se necesita adaptación de las intervenciones y soporte continuo en función de la evaluación.
Ajustar los programas a las necesidades cambiantes del mismo y su desarrollo a lo largo del proceso.