Espías y Correspondencia Secreta en Santiago de Chile

El general tenía innumerables agentes y espías para llevar y traer correspondencia ______

El doctor Rodríguez entregó la respuesta y le advirtió: 'Mucho cuidado con esta ______'

El patriota chileno le dijo a Miguel: 'Eres muy niño para un encargo tan ______'

Miguel volvió a ponerse en camino lleno de placer y de orgullo con el elogio de ser inteligente, guapo y sobre todo buen ______

El gobernador de Chile, Marcó del Pont, sabía que emisarios y agentes secretos de los patriotas trabajaban para sublevar al pueblo, y por esto le sometía a un régimen de humillación y de ______

El gobernador de Chile sabía que el pueblo le odiaba y estaba deseoso de asociarse a los revolucionarios de Buenos Aires, por eso aplicaba un régimen de humillación y ______

Un arroyo ______ bajaba a la izquierda.

En sus márgenes se levantaban las chozas del pueblecito, grises, tristes, silenciosas, envueltas ya en las primeras ______ del crepúsculo.

Y dominándolas, cerrando el horizonte, la cordillera gigantesca e imponente subía en gradas cada vez más grandiosas, semejante a una escalinata estupenda rematada en los maravillosos nevados que tenían de oro rosado los últimos rayos de luz. Las faldas de la montaña estaban ya en la sombra, y sus ______ envueltos en tintes fríos, azul, morado, violeta.

Miguel, poco sensible a las bellezas de la naturaleza, se sintió de pronto impresionado por aquel cuadro mágico; mas un acontecimiento inesperado vino a distraer su atención. ¿CARTA O ______?

Dos soldados a quienes pareció sospechoso este muchacho que viajaba solo y en dirección a las sierras (ya que cualquier cosa era sospechosa en aquellos tiempos), se dirigieron hacia él al galope. En el sobresalto del primer momento, cometió la imprudencia de quienes cortándole el camino, consiguieron ______lo.

¿Cómo brillaban y con qué dulce retintín chocaban las ______ cuando el coronel las hacía escurrir entre sus dedos?

¡Diez onzas de ______! Para él una fortuna inaudita.

¡No quiero, ______! —dijo Miguel al coronel.

¿Has oído alguna vez hablar de San ______? —preguntóle el coronel a Miguel.

Si contestas a mi pregunta, te doy la ______.

Unos cuantos ______ bien dados a este muchacho. —ordenó el coronel.

Cuando Miguel despertó de su largo desmayo, no pudo recordar bien lo que había sucedido; pero al sentir el ______ de los cardenales que le cubrían todo el cuerpo, no tardó en darse cuenta.

El pobre muchacho, débil y dolorido, solo y prisionero, se sintió desfallecer. ¡Al fin, sólo era un ______!

Miguel se levantó sorprendido. ¿______ O COMPUTADORA?

—¡Quieto!—susurró una voz.—¿Tienes valor para escapar? Miguel enmudeció de asombro. De repente no sintió dolores, cansancio, ni debilidad; estaba fresco, ágil, y resuelto a todo con tal de recobrar la ______.

Lo llevaron a la orilla del arroyo que corría espumoso entre las barrancas —Este es el único punto por donde puedes escapar— dijo el soldado, —el único lugar donde no hay ______.

Siguió al soldado y los dos se deslizaron como sombras por el campamento dormido, hacia un pequeño corral donde se hallaban los caballos del servicio. El de Miguel permanecía ensillado aún y atado a un poste. Lo llevaron a la orilla del arroyo que corría espumoso entre las ______.

Le pareci creble lo que deca Miguel, pues no era de suponer estuviera enterado del contenido de la carta que llevaba.Biendijo, te creo.Podras decirme al menos de quin provena y a quin iba dirigida?Miguel call.Slo ahora comenzaba la verdadera prueba.Contestaorden el c______nel.No puedo, seor.engaaba haca creer algo que no era verdad mudo de color se sonroj Regstrenlo examnenla arrebat agarr arrojla en un brasero lo tir en un recipiente en que se quema carbn chispeantes centellantes, brillantes Vista montaosa en Chile ochenta y siete 87 Seccin 4 195 200 205 210 215 220 225 230 235 88 Y por qu no?Porque he jurado.Oh!Si no es ms que eso, un sacerdote te desligar del juramento.Podra hacerlo; no por eso sera menos traidor.El c______nel Ordez admir en secreto a ese nio tan hombre; pero no lo demostr.Abriendo un cajn de la mesa sac una gaveta y tom de ella un puado de monedas de ______.Has tenido alguna vez una moneda de ______?pregunt a Miguel.No, seorcontest el muchacho, cuyos ojos se fijaron involuntariamente en el metal reluciente.Bueno, pues, yo te dar diez onzas, entiendes?diez onzas si me dices lo que quiero saber.Vamos, te decides?Piensa: diez onzas de ______!Una fortuna.Cuntas cosas podrs comprar con tanto dinero, y cmo te envidiarn!Y eso, con slo decirme dos nombres.Sobre Miguel el ______ obraba una fascinacin funesta.

Le pareci creble lo que deca Miguel, pues no era de suponer estuviera enterado del contenido de la carta que llevaba.Biendijo, te creo.Podras decirme al menos de quin provena y a quin iba dirigida?Miguel call.Slo ahora comenzaba la verdadera prueba.Contestaorden el coronel.No puedo, seor.engaaba haca creer algo que no era verdad mudo de color se sonroj Regstrenlo examnenla arrebat agarr arrojla en un brasero lo tir en un recipiente en que se quema ______ chispeantes centellantes, brillantes Vista montaosa en Chile ochenta y siete 87 Seccin 4 195 200 205 210 215 220 225 230 235 88 Y por qu no?Porque he jurado.Oh!Si no es ms que eso, un sacerdote te desligar del juramento.Podra hacerlo; no por eso sera menos traidor.El coronel Ordez admir en secreto a ese nio tan hombre; pero no lo demostr.Abriendo un cajn de la mesa sac una gaveta y tom de ella un puado de monedas de oro.Has tenido alguna vez una moneda de oro?pregunt a Miguel.No, seorcontest el muchacho, cuyos ojos se fijaron involuntariamente en el metal reluciente.Bueno, pues, yo te dar diez onzas, entiendes?diez onzas si me dices lo que quiero saber.Vamos, te decides?Piensa: diez onzas de oro!Una fortuna.Cuntas cosas podrs comprar con tanto dinero, y cmo te envidiarn!Y eso, con slo decirme dos nombres.Sobre Miguel el oro obraba una fascinacin funesta.