El período de transición (1790-1840)

El período de transición (1790-1840)

• El periodo de transición del Antiguo Régimen al Sistema Liberal (1790-1840) se caracterizó por una fuerte inestabilidad política y económica, dividida en dos fases:
  • Primera fase (1790-1813): Estancamiento, crisis agrarias y un fuerte movimiento de precios.
  • Segunda fase (1814-1840): Notable crecimiento del PIB (aunque desigual), convulsivo y con una severa deflación.
• Los acontecimientos internacionales tuvieron un fuerte impacto en la dinámica económica, política y social de la época:
  • La Revolución Francesa desencadenó guerras casi ininterrumpidas hasta la derrota de Napoleón en 1815. España se vio involucrada en conflictos contra Francia e Inglaterra, lo que provocó problemas financieros, crisis comercial y declive político.
  • La invasión francesa provocó el colapso del Estado del Antiguo Régimen y permitió a los liberales acceder al poder, iniciando importantes reformas económicas “desde abajo”.
  • La industrialización de Gran Bretaña y su expansión a otros países europeos impactó en la producción y el consumo de productos industriales:
    • Aumento del contrabando de productos industriales, especialmente textiles algodoneros.
    • Esfuerzo industrializador en algunos sectores, como la industria algodonera catalana.
    • Incremento de las exportaciones de materias primas, especialmente minerales y productos agropecuarios.
• Los problemas internos también influyeron en la dinámica económica y social, como el declive del absolutismo y la insuficiente capacidad de los liberales para llevar a cabo la transición a un régimen liberal, que duró más de tres décadas.

España ante la industrialización europea (1839-1890)

• El final de la Primera Guerra Carlista (1839) marcó el fin de un largo período (50 años) de guerras exteriores e interiores, que limitó la adopción de innovaciones tecnológicas y organizativas.
• La paz de 1839 abrió una época de oportunidades para el desarrollo económico a través de la adopción de tecnologías y la movilización de recursos sin explotar.
• El PIB total de la economía española creció a una tasa anual de 1,7%, superior a la de Francia e Italia, pero inferior a la de Gran Bretaña y Alemania:
  • El crecimiento per cápita fue menor (1,2%), superando a Italia y Francia, pero estando por debajo de Alemania y Gran Bretaña.
• Hacia 1890, el retraso español era significativo: el PIB equivalía a menos de la mitad del de Gran Bretaña y era un 25% inferior al de Francia y Alemania.
• A pesar del crecimiento, la agricultura seguía siendo el sector dominante de la economía española.
  • La población activa agraria apenas disminuyó de 1860 a 1887, representando dos tercios del total.
  • La población activa industrial se mantuvo bastante inferior a la agraria.

Crecimiento del Producto Interior Bruto (1850-1890)

• PIB Total (millones de dólares de 1990):
  • España (1850): 16.949; (1890): 32.802
  • Francia (1850): 60.685; (1890): 94.176
  • Gran Bretaña (1850): 60.479; (1890): 143.477
  • Alemania (1850): 29.449; (1890): 70.648
  • Italia (1850): 40.900; (1890): 51.707
• PIB per cápita (dólares de 1990 por habitante):
  • España (1850): 1.147; (1890): 1.847
  • Francia (1850): 1.669; (1890): 2.354
  • Gran Bretaña (1850): 2.362; (1890): 4.099
  • Alemania (1850): 1.476; (1890): 2.539
  • Italia (1850): 1.467; (1890): 1.631