¿Cuánto sabes sobre la historia de España desde la Edad Antigua hasta la Edad Me...

Resumen detallado de España

España es un país soberano transcontinental, miembro de la Unión Europea, con capital en Madrid y organizado en diecisiete comunidades autónomas.
Su territorio se sitúa principalmente en el suroeste de Europa, aunque también posee territorios en el norte de África.
España es el cuarto país más extenso del continente europeo, con una altitud media de 650 m sobre el nivel del mar, y uno de los países más montañosos de Europa.
La población de España supera los 47 millones de habitantes, aunque la densidad de población es reducida.
El idioma oficial del Estado es el castellano, aunque las demás lenguas españolas también son oficiales en las respectivas comunidades autónomas.
España es una gran potencia turística y el segundo país más visitado del mundo, con más de 83 millones de turistas en 2019.
El país tiene un índice de desarrollo humano muy alto, según el informe de 2020 del Programa de la ONU para el Desarrollo.
España es miembro de múltiples organizaciones internacionales, como Naciones Unidas, la OCDE, la OTAN y la Unión Europea.
El nombre de España deriva fonéticamente de Hispania, nombre con el que los romanos designaban geográficamente al conjunto de la península ibérica.
El origen exacto del término Hispania sigue siendo objeto de discusión, aunque la teoría más aceptada es que proviene del fenicio i-spn-ya.
En la Edad Moderna, los monarcas españoles dominaron el primer imperio de ultramar global, que abarcaba territorios en los cinco continentes.
España es un país desarrollado y de altos ingresos, cuyo PIB coloca a la economía española en la decimocuarta posición mundial en 2021.Resumen detallado de la historia y evolución del término "España"
La palabra "España" proviene de la unión de las voces iz y pania o bania, que significan "dividir" o "partir".
Existen varias hipótesis sobre su origen, como su derivación del vascuence ezpaña o de los nombres de dos reyes legendarios.
A partir del periodo visigodo, "Hispania" comenzó a usarse con una connotación política, como muestra el uso de "Laus Hispaniae" en las crónicas de Isidoro de Sevilla.
La palabra "España" deriva fonéticamente de "Hispānia", con la palatalización de la /n/ en /ñ/ ante yod latina -ĭa, la pérdida de la H- inicial y la abertura de la ĭ en posición inicial a /e/.
El uso de la palabra "España" ha sido inestable a lo largo de la historia, refiriéndose en algunos textos a la unidad peninsular y en otros exclusivamente al territorio dominado por los musulmanes.
Varios reyes se proclamaron príncipes de España durante la Reconquista, reflejando la importancia de sus reinos en la península ibérica.
Tras la unión dinástica de Castilla y Aragón, se comenzó a usar el nombre de España para referirse a ambos reinos.
El gentilicio español evolucionó de forma distinta a lo esperado, surgiendo a partir del sufijo -ol importado por peregrinos medievales franceses.
El actual territorio español aloja dos de los lugares más importantes para la prehistoria europea y mundial: la sierra de Atapuerca y la cueva de Altamira.
La península ibérica recibió sucesivas influencias culturales del Mediterráneo oriental, culminando en las colonizaciones históricas del I milenio a. C.
Las zonas este y sur alcanzaron un mayor desarrollo, con culturas como los Millares, el Argar, Tartessos y los pueblos iberos.
También hubo continuos contactos con Europa Central, como la celtización y la cultura de los campos de urnas.Breve historia de España desde la Edad Antigua hasta la Edad Media
La península ibérica fue colonizada por diferentes pueblos desde la Edad de Bronce hasta la llegada de los romanos en el siglo III a.C.
La conquista romana de Hispania fue gradual y se enfrentó a resistencias en la Meseta, donde se produjeron guerras lusitanas y celtíberas.
La romanización de Hispania fue profunda y diversa, con algunas familias hispanorromanas alcanzando la dignidad imperial y hispanos entre los intelectuales romanos más importantes.
La monarquía visigoda se estableció en la península ibérica tras la caída del Imperio Romano de Occidente.
Los visigodos crearon un reino con capital en Toledo que se caracterizó por la inestabilidad política y las continuas rebeliones y magnicidios.
La conversión al catolicismo de Recaredo en el año 587 proscribió el arrianismo que diferenciaba a los visigodos y permitió la unidad religiosa.
Los árabes llegaron a la península ibérica en el año 711 y derrotaron a los visigodos en la batalla de Guadalete, estableciendo el emirato de al-Ándalus con capital en Córdoba.
El avance musulmán fue veloz y en el 716 controlaban toda la península ibérica, excepto el norte.
En el norte peninsular, se formó un núcleo de resistencia cristiana centrado en la cordillera Cantábrica.
La sublevación de Don Pelayo en el año 722 en Covadonga, considerada por algunos como el inicio de la Reconquista, se interpretó como una continuidad de la resistencia al poder central de los cántabros locales.
Los núcleos cristianos orientales tuvieron un desarrollo inicial claramente diferenciado del de los occidentales.
La Marca Hispánica al norte del Ebro, establecida por Carlomagno contra el Emirato de Córdoba, se limitó a la zona pirenaica y se organizó en diversos condados en constante cambio y enfrentamiento.Resumen de la historia de España durante la Edad Media
El Emirato de Córdoba surgió en 756 como reacción al cambio de dinastía en el Califato abasí.
Abderramán III se proclamó califa en 929, lo que demostró su intención de dominar sobre todos los musulmanes.
El Califato de Córdoba no logró expandirse más allá de la península ibérica, pero sí experimentó un gran crecimiento económico y social, con un desarrollo urbano y cultural notable.
A partir de la muerte de Almanzor en 1002, comenzó una serie de enfrentamientos entre familias dirigentes musulmanas, que llevaron a la desaparición del califato y la formación de un mosaico de pequeños reinos llamados taifas.
El reino de Asturias se transformó en el reino de León en 910, con su capital fijada en esta última ciudad.
El territorio de León se fue repoblando mediante el sistema de presura, mientras que los señoríos laicos o eclesiásticos se implantaron posteriormente.
En las zonas en que la frontera fue una condición más permanente, se conformó un territorio de personalidad marcadamente diferenciada: el condado de Castilla.
El siglo XI comenzó con el predominio del reino de Navarra, que incorporó los condados pirenaicos centrales y el condado leonés de Castilla.
La conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085 permitió la repoblación de la amplia región entre los ríos Duero y Tajo.
Los avances cristianos hacia el sur fueron confrontados sucesivamente por dos intervenciones norteafricanas: la de los almorávides y la de los almohades.
La Corona de Castilla, con Fernando III el Santo, conquistó en los años centrales del siglo XIII la totalidad del valle del Guadalquivir y el reino de Murcia.
La Corona de Aragón inició una expansión por el Mediterráneo en la que incorporó Cerdeña, Sicilia e incluso, brevemente, los ducados de Atenas y Neopatria.