Conceptos Básicos de Electricidad

Un contador eléctrico es un dispositivo que mide la cantidad de energía eléctrica que fluye a través de un circuito.

Un contador electromecánico utiliza un disco de aluminio que gira a una velocidad proporcional a la corriente que pasa a través del circuito. La energía consumida se mide por el número de revoluciones del disco.

Los contadores electrónicos utilizan circuitos electrónicos y sensores para medir la energía eléctrica. Son más precisos y pueden proporcionar información adicional como el consumo en tiempo real.

Los contadores trifásicos se utilizan en instalaciones de mayor tamaño y demanda, ya que miden la energía de las tres fases de corriente.

Los contadores de energía activa y reactiva miden la energía que se utiliza para realizar un trabajo (activa) y la energía que se almacena en el campo magnético (reactiva).

En altas tensiones, se utilizan transformadores de intensidad para reducir la corriente que llega al contador y permitir su medición precisa.

Las tarifas eléctricas son un sistema de reglas y precios para facturar el consumo de energía. Se establece un precio por la energía consumida y el tiempo de consumo.

La tarifa regulada (PVPC) es establecida por el Gobierno para potencias contratadas de hasta 10 kW. Los precios varían según la hora del día y el día de la semana.

Una instalación de puesta a tierra incluye electrodos de tierra, conductores de tierra y conexiones equipotenciales. Estos elementos trabajan en conjunto para proporcionar un camino seguro para las corrientes de falla a tierra.

Los electrodos de tierra son conductores metálicos que se introducen en el suelo. Están diseñados para proporcionar una conexión eléctrica segura entre la instalación y la tierra.

Las conexiones a tierra deben enterrarse a una profundidad mínima de 0.5 metros para evitar la pérdida de humedad y garantizar una conexión eléctrica segura.

Los conductores de protección conectan las masas de la instalación a las líneas de tierra. Su función es garantizar que en caso de una falla, la corriente fluya a tierra.

La resistencia a tierra es una medida de la resistencia que ofrece el suelo al paso de la corriente eléctrica. Se ve afectada por la resistividad del suelo y la geometría de los electrodos.

La resistividad del suelo y la geometría de los electrodos se utilizan para calcular la resistencia a tierra de una instalación.

La normativa eléctrica establece un límite de tensión permitido en una instalación eléctrica para garantizar la seguridad de las personas. Este límite es de 24 V en ubicaciones conductoras y 50 V en otros casos.

El método de ensayo de Wenner se utiliza para medir la resistividad del suelo utilizando cuatro electrodos colocados en línea recta.

La composición del suelo es un factor clave que afecta la resistividad del terreno. El tipo y la cantidad de minerales presentes en el suelo determinan su capacidad para conducir la electricidad.

Los contadores de dobles y triples tarifa registran el consumo de energía en diferentes períodos del día, generalmente durante las horas pico y fuera de las horas pico, para aplicar diferentes precios.

Un sistema de puesta a tierra se implementa para prevenir diferencias de potencial peligrosas, lo que puede provocar descargas eléctricas y daños a los equipos.

Un telurómetro es un instrumento de medición que se utiliza para medir la resistencia a tierra de una instalación eléctrica.

Un reloj discriminador es un dispositivo que cambia automáticamente entre diferentes tarifas horarias, según la hora del día o el día de la semana.

El borne principal de puesta a tierra es el punto de conexión central que conecta la línea de enlace, los conductores de protección y los conductores de unión equipotencial para asegurar una conexión eléctrica segura a tierra.

No es permitido utilizar materiales provenientes de otros servicios como conexión a tierra, ya que no cumplen con los requisitos de resistencia y seguridad.

La resistencia a tierra se mide en ohmios (Ω), que es la unidad de resistencia eléctrica. Se realiza en ohmios.

La efectividad de una instalación de conexión a tierra se ve afectada por los materiales utilizados y la profundidad de la instalación. Una mala instalación puede resultar en una conexión a tierra inadecuada.

La clasificación de tarifas reguladas PVPC significa Precios Voluntarios para el Pequeño Consumidor. Son los precios establecidos por las autoridades gubernamentales para el consumo de energía.

La energía activa es la energía que se utiliza para realizar un trabajo útil. Es la energía que se consume en la realización de las tareas en el hogar o en el trabajo.

Aumentar la cantidad de electrodos en una instalación de conexión a tierra reduce la resistencia a tierra. Más electrodos en contacto con el suelo aumentan el área de conducción.

Los dispositivos diferenciales son dispositivos de protección que detectan diferencias en la corriente que entra y sale de un circuito. En caso de una falla, cortan el suministro de energía para proteger a las personas de descargas eléctricas.

El color del suelo no influye en la resistividad del terreno. La resistividad se determina por la composición del suelo, la humedad y otros factores, no por su color.

Los contadores electromecánicos, también conocidos como contadores de disco, utilizan un disco de aluminio que gira debido a la influencia de dos bobinas (una de tensión y otra de corriente). La velocidad de giro del disco es proporcional al consumo de energía, y un sistema de engranajes registra la cantidad de energía consumida en kilovatios hora (kWh).

Los contadores inteligentes son una evolución de los contadores electrónicos, con capacidades de comunicación bidireccional. Pueden transmitir datos de consumo en tiempo real a la compañía eléctrica y recibir información sobre tarifas y actualizaciones. Además, permiten a los usuarios monitorear su consumo a través de aplicaciones, facilitando la gestión y el ahorro energético en el hogar o negocio

Los contadores monofásicos están diseñados para sistemas eléctricos monofásicos, que tienen una sola fase y un neutro. Son comunes en entornos con baja demanda de energía, como viviendas y pequeños comercios. Su función es registrar el consumo de energía en kilovatios-hora (kWh) midiendo la tensión y la corriente, y calculando la potencia activa consumida.

Los contadores trifásicos se utilizan en instalaciones de mayor tamaño y demanda, ya que miden la energía de las tres fases de corriente. Estos están conectados a tres fases del sistema eléctrico, lo que les permite manejar cantidades de energía significativamente más grandes.

Los contadores de energía activa y reactiva miden la energía consumida en una instalación eléctrica. La energía activa realiza trabajo útil, mientras que la energía reactiva se relaciona con el mantenimiento de campos electromagnéticos. Esta medición separada permite una facturación más precisa y una gestión eficiente del consumo.

Los contadores de dobles y triples tarifa registran el consumo de energía según diferentes tarifas horarias, con precios más bajos en horas de menor demanda y más altos en horas punta. Incentivan el uso de energía en momentos de menor demanda, optimizando la gestión de la red eléctrica.

La tarifación eléctrica se refiere a las reglas y precios fijados por las empresas de suministro y autoridades reguladoras para facturar el consumo de energía. Las tarifas varían según el consumo total, el horario de uso, el tipo de usuario y la potencia contratada.

Las tarifas de mercado libre ofrecen flexibilidad en la elección de tarifas y proveedores, con opciones personalizadas y precios competitivos. Estas tarifas son para consumidores con potencias contratadas superiores a 10 kW.

Esta tarifa no diferencia entre horas de consumo, el precio por kWh es el mismo a lo largo del día.

Divide el día en horas punta (más caras) y horas valle (más económicas).

Esta tarifa, para usuarios con calefacción eléctrica, separa el día en horas punta, valle y supervalle (más económico).

Conecta todas las partes metálicas de una instalación eléctrica a tierra, a través de electrodos enterrados.

Elementos metálicos enterrados que establecen contacto con la tierra, seleccionados según las características del terreno.

Cables de cobre o aluminio que conectan los electrodos con las partes metálicas de la instalación eléctrica.

Conexiones eléctricas entre masas metálicas de la instalación, para que estén al mismo potencial eléctrico.

Conexiones equipotenciales, conductores de tierra y electrodos de tierra.

Un conductor que conecta las partes metálicas expuestas de un sistema eléctrico con el electrodo de puesta a tierra, permitiendo la conducción segura de corrientes de falla y protegiendo a personas y equipos eléctricos.

La profundidad mínima de la conexión a tierra debe ser de 0,5 metros para evitar la pérdida de humedad y el aumento de resistencia.

Los materiales utilizados para la conexión a tierra deben ser resistentes a la corrosión y no se pueden utilizar canalizaciones metálicas de otros servicios.

La conexión a tierra debe formar un anillo cerrado alrededor del edificio, con electrodos verticales si es necesario.

Cada instalación debe incluir un borne principal de puesta a tierra, donde se conectan diversos conductores para garantizar la seguridad.

Si un conductor de protección es común a varios circuitos, debe tener la misma sección que la fase más grande.

Los conductores de protección deben estar protegidos contra tensiones mecánicas y riesgos químicos, sin dispositivos de corte.

La resistencia de puesta a tierra es la oposición al flujo de corriente eléctrica desde un punto de la instalación eléctrica hacia la tierra. Se mide en ohmios (Ω).

Es la capacidad de un material para conducir la corriente eléctrica. Se mide en ohmios por metro (Ω·m).

Es un método para calcular la resistencia a tierra, utilizando cuatro electrodos colocados en línea recta, se aplica corriente y mide el potencial entre los electrodos internos.

Los telurómetros son instrumentos que se usan para medir la resistencia a tierra de una instalación eléctrica. Aplican una corriente de prueba y mide la diferencia de potencial resultante.

Las instalaciones de puesta a tierra son esenciales para la seguridad eléctrica. Garantizan que las corrientes de falla se dirijan al suelo y se disipen de forma segura.

La normativa eléctrica establece límites máximos de resistencia a tierra para garantizar la seguridad. Varían según la tensión nominal y las características de la red eléctrica.

La geometría del electrodo de tierra, como su tamaño y profundidad de enterramiento, influye en la resistencia a tierra.

Es la suma total de la resistencia de la toma de tierra, la intensidad máxima de fallo a tierra y la tensión de contacto limite.