Cobranza Coactiva y Remate

Study Notes

La cobranza coactiva tiene efecto de fuerza para el cobro de tributos y se utiliza para recaudar deudas tributarias pendientes.
La imputación de pago consiste en asignar el dinero retenido a la deuda pendiente de la administración.

El procedimiento de cobranza coactiva termina con la ejecución de la deuda, que puede incluir el remate de bienes embargados.
Nadie, excepto el ejecutor coactivo, puede suspender o concluir el procedimiento de cobranza coactiva.

Se puede suspender el procedimiento cuando se presenta una reclamación a resolución de determinación o resolución de multa.
Cuando se declara la prescripción de la deuda, es decir, cuando ya no se puede cobrar debido al paso del tiempo.
Cuando se sigue un procedimiento de cobranza coactiva diferente.
Cuando existe una resolución de aplazamiento o fracción de la deuda.
Cuando la persona obligada ha sido declarada en quiebra y no hay posibilidad de pago de sus deudas.
Cuando una ley lo dispone o norma que así lo establece.
Cuando existe una fianza para el contribuyente.

Se puede recurrir al poder judicial dentro de 20 días hábiles para tasaciones convencionales o periciales.

La cobranza coactiva permite a la administración tributaria realizar acciones de cobro de deudas tributarias, en ejercicio de su facultad coercitiva.
Características: sirve para asegurar el objetivo de la recaudación, es un procedimiento administrativo, requiere de la existencia de una deuda exigible y tiene un carácter ejecutivo.

Etapa 1: Notificación de la resolución de ejecución coactiva (7 días hábiles para pagar).
Etapa 2: Embargos (depósito, intervención, retención, inscripción).
Etapa 3: Remate (venta pública y forzada de los derechos del deudor).

La aplicación de sanciones se debe a la incumplimiento de deberes formales como el pago del tributo y el cumplimiento de deberes formales.
La aplicación de estas sanciones puede llevar a la aplicación del procedimiento de cobranza coactiva.