Arquitectura del Siglo XVII en Italia

El Barroco fue un movimiento artístico que se extendió en Europa desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII. Era conocido por su uso audaz del contraste, la luz y la sombra, y por sus formas dramáticas.

El Barroco rompió con las reglas clásicas del diseño, pero todavía usaba elementos clásicos como columnas y arcos.

El movimiento Barroco comenzó en Roma y se extendió por toda Europa.

La arquitectura barroca utiliza formas geométricas como círculos, elipses y espirales.

Las arquitectura Barroca se caracterizaba por la combinación de arquitectura, escultura, pintura y artes decorativas.

El estilo Rococó, que apareció en Francia en el siglo XVIII, se caracteriza por su uso de la rocalla, que son diseños en forma de concha y hoja.

La Iglesia de San Tommaso de Vilanova en Castel Gandolfo, diseñada por Bernini entre 1658 y 1661.

La planta de la iglesia es en forma de cruz griega, caracterizada por sus cuatro brazos de igual longitud.

La iglesia presenta una arquitectura austera y espartana, con una notable altura y verticalidad.

La iglesia tiene dos pórticos adintelados que enmarcan la entrada y la iglesia, creando una sensación majestuosa.

Bernini utiliza la arquitectura para crear un ambiente envolvente que cuenta una historia, involucrando a los fieles en una experiencia espiritual.

La cúpula de la iglesia presenta un diseño que combina elementos del Panteón Romano (casetones) y de la arquitectura medieval (nervios).

La cúpula está adornada con putti jugando con guirnaldas de flores, simbolizando el reino de Dios.

La arquitectura de la iglesia cumple una función didáctica, enseñando a través de su diseño y sus elementos.

Las ciudades medievales tenían grandes avenidas que se conectaban a la red de carreteras. Esta característica se desarrolló para mejorar la comunicación.

La arquitectura barroca buscaba calles anchas y rectas para facilitar el paso de carruajes en ambas direcciones.

El Barroco transformó la arquitectura de las casas, uniendo las fachadas para crear una línea continua. Las casas se construían siguiendo las normas municipales.

Los espacios abiertos se organizaban con ejes verticales como obeliscos o fuentes. Las fuentes, además de decorar, proporcionaban agua.

Las plazas barrocas se usaban para celebrar acontecimientos y reflejaban la importancia de la institución que las patrocinaba.

Las iglesias barrocas se diseñaban normalmente con planes centrales. Este tipo de diseño era considerado ideal por los arquitectos de la época.

La arquitectura renacentista se caracterizaba por el uso de planes centrales en las iglesias, como en el caso de San Pietro in Montorio.

Los tratadistas de arquitectura del Renacimiento valoraban el uso de planes centrales en la construcción de templos.

Es una iglesia de planta oval con un altar principal en el lado opuesto al acceso, construida por Bernini para la capilla de los novicios jesuitas.

Se refiere a la forma ovalada del espacio arquitectónico, la cual es inusual por su orientación con el altar principal situado en el lado opuesto al acceso.

Bernini rompe con la tradición al colocar una pared en el eje transversal de la iglesia, en lugar de capillas, para encauzar la mirada del espectador hacia el altar.

Los estucos de la bóveda son de Antonio Raggi, quien los realizó entre 1660 y 1665.

Se representa la asunción al cielo de San Andrés mediante putti y ángeles que descienden desde la cúpula.

Bernini utiliza materiales ricos para adornar el interior de la iglesia, incluyendo el color y el pan de oro.

El altar mayor está iluminado con una luz dorada que emana de una linterna con cristales amarillos.

La crucifixión de San Andrés en aspas se representa en el altar mayor, rodeado por putti y ángeles que descienden para recoger su alma.

La fachada de San Pedro, diseñada por Carlo Maderno, es un ejemplo de arquitectura barroca que se caracteriza por la superposición de órdenes arquitectónicos y un diseño dinámico. Maderno utiliza un orden colosal corintio, con columnas y pilastras que crean una fachada de tres tramos que se organiza en dos niveles.

Bernini diseño una iglesia de planta central en forma de cilindro con una cúpula semiesférica y una linterna para iluminar el interior. Delante del cilindro se encuentra un pórtico con tres arcos. La construcción está inspirada en el Panteón de Roma.

La fachada de San Pedro está compuesta por tres secciones - una para la entrada principal y dos más hacia los lados.

La fachada de San Pedro tiene un segundo piso, pero el frontón se encuentra en el primer piso, rompiendo las reglas de la arquitectura tradicional.

Bernini diseñó la iglesia de Santa Maria Assunta en Ariccia entre 1662 y 1664, transformando el entorno urbano.

Maderno rompe las cornisas y entablamentos en la fachada de San Pedro creando un movimiento y juego de luces dinámico.

Bernini diseñó la iglesia de Santa Maria Assunta en Ariccia a partir de modelos clásicos, como el Panteón romano. La iglesia conserva la forma circular, la cúpula y el pórtico del Panteón.

Bernini diseñó la iglesia de Santa Maria Assunta en Ariccia para monumentalizar la plaza, ocultando la ciudad detrás de la iglesia y creando un nuevo espacio urbanístico.

En la arquitectura de Borromini, los balaustres de sección triangular con el fuste ondulado que se intercalan con la panza hacia abajo y hacia arriba, creando movimiento y rompiendo con la tradición.

La geometría compleja de San Carlo alle Quattro Fontane se basa en la superposición de una elipse longitudinal con una cruz griega, creando un espacio único.

La sacristía de San Carlo alle Quattro Fontane está ubicada estratégicamente hacia Via Felice para evitar que el ruido de la calle llegue al interior.

La cripta de San Carlo alle Quattro Fontane, ubicada debajo de la iglesia, tiene una forma similar a la misma y se usa para enterrar monjes.

Los altares de San Carlo alle Quattro Fontane carecen de columnas, probablemente para no competir con las columnas de la iglesia, creando un espacio fluido.

El entablamento recorre la pared de toda la iglesia, sobre los altares encontramos bóvedas artesonadas, pechinas que sostienen la cúpula, tondos con la vida de San Carlos Borromeo y un anillo para una balaustrada.

La decoración de San Carlo alle Quattro Fontane es original, predominando el estuco blanco y la austeridad, con el dorado solo en los marcos de los altares.

San Carlo alle Quattro Fontane utiliza el orden compuesto con volutas invertidas y presenta nichos con conchas, con una vieira rodeada de llamas y conchas gallonadas.