Alto Renacimiento en Roma

Study Notes

El Alto Renacimiento, o Renacimiento Clásico, fue el periodo culminante del Renacimiento, extendiéndose desde finales del siglo XV hasta las primeras décadas del siglo XVI.
Roma reemplazó a Florencia como centro artístico debido a un ambicioso programa de construcción en el complejo Vaticano, incluyendo la Basílica de San Pedro, la Capilla Sixtina y las Estancias de Rafael.
Este programa atrajo a artistas de primer orden, como Bramante, Sangallo, Rafael y Miguel Ángel.
Fecha de un fresco en la Sala Regia del Vaticano: 1572-1573

Se rechaza lo medieval, avanzándose hacia la perfección, abstracción y austeridad, buscando obras equilibradas y de permanencia.
Los edificios eran exentos, con composición centralizada.
Las plazas eran uniformes y cerradas, con formas urbanas geométricas.
Fachadas equilibradas con gruesos muros tallados como esculturas.
Un estilo neo-romano, frente al ligero y elegante Quatroccento. Mayor energía, vigor plástico y sentido gravitatorio.
Todo se volvió sólido y pétreo (hecho de piedra).

Fue pintor y, sobre todo, arquitecto.
Representó la nueva severidad arquitectónica del Cinquecento italiano.
Su primera etapa fue en Urbino y Milán, con un estilo diferente al de su etapa romana, caracterizado por el decorativismo.
Obras: Plaza ducal de Vigevano (1492-94), Iglesia de Santa Maria delle Grazie (1492-1499), Iglesia de Santa Maria presso San Satiro (1482-86), Templete de San Pietro in Montorio (1502).
Realizó el claustro de Santa María della Pace (1504), el cortile del Belvedere (1506), y la Basílica de San Pedro (1506-1514).

El periodo comprendido entre 1482 y 1486 también fue importante para la arquitectura italiana, en la ciudad de Milán, con obras como la iglesia de Santa Maria presso San Satiro.
En la sacristía del edificio se usaba la terracota, con una decoración grotesca.
La relación entre la altura y la anchura de la columnata de un edificio era igual a la relación entre la altura y la anchura del tambor de la cúpula.
El edificio circular de la planta centralizada, con círculos concéntricos sobre basamento elevado en escalinatas, evocaba a los templos griegos (thólos).
La perspectiva generaba profundidad en el espacio.
En la Basílica de San Pedro, el proyecto involucró una compleja colaboración entre varios artistas renacentistas.
Se destacaron artistas como Leonardo da Vinci, cuyo mural de la Última Cena, está en las paredes de un refectorio.
La fachada sigue considerándose un muro sínfrontón.
El proyecto influenciaba el lenguaje arquitectónico y la evolución del jardín a la italiana, inspirando a otros edificios.
La construcción de la Basílica de San Pedro comenzó bajo las órdenes del emperador Constantino I, entre 326 y 333, y tardó 30 años en completarse.
Algunos arquitectos como Bramante, Rafael, Antonio da Sangallo, Miguel Ángel y Carlo Maderna colaboraron en la construcción de la Basílica de San Pedro.