Agua y sus Características en Biología

Study Notes

Componente esencial de las celdas vivas, los organismos consisten principalmente en agua.
Diferencias en la composición química entre animales y plantas:
- Animales: agua 62%, sales minerales 4%, carbohidratos 6%, lípidos 11%, proteínas 17%.
- Plantas: agua 74%, sales minerales 2.5%, carbohidratos 18%, lípidos 0.5%, proteínas 4%.
El agua constituye un alto porcentaje en diversas especies:
- Medusa: 98%
- Mamíferos: 70%
- Semillas: 10%
Estructura del agua:
- Compuesta por átomos de hidrógeno y oxígeno (H₂O).
- Forma enlaces de hidrógeno, lo que contribuye a sus propiedades fisicoquímicas.

Medio esencial para el transporte de nutrientes y para reacciones metabólicas.
Mantiene estabilidad térmica gracias a su alto calor específico.
Actúa como un solvente universal y presenta alta tensión superficial.
El contenido de agua en el organismo varía según la especie, edad y actividad metabólica, afectando funciones biológicas.

Niveles de agua por edad:
- 0 a 2 años: 75 a 80%
- 2 a 5 años: 70 a 75%
- 10 a 15 años: 63 a 65%
- 40 a 60 años: 50 a 58%
Distribución del agua en diferentes órganos:
- Cerebro: 75%
- Riñones: 86%
- Sangre: 81%

Hidrofóbicas: Moléculas apolares, no interaccionan con agua.
Hidrofílicas: Moléculas polares, interaccionan con agua.
Anfipáticas: Moléculas con parte polar y parte apolar, cruciales en la formación de micelas.

Compuestos químicos esenciales para el funcionamiento celular, constituyen aproximadamente el 1% de la composición celular.
Desempeñan roles en el sistema inmunológico y el equilibrio de líquidos, entre otros.
Fuentes alimentarias: leche (calcio), carne (fósforo, hierro), pescado (yodo, fluor), legumbres (zinc, magnesio).
Funciones de iones, como la regulación del equilibrio del agua, excitabilidad nerviosa y actividad muscular.

Fosfato (PO₄³⁻): Presente en líquidos intercelulares, esencial para la estructura ósea.
Colaboran en procesos metabólicos y permiten la entrada de sustancias en las células.
Participan en la transferencia de energía, especialmente en el ATP (adenosín trifosfato).

A medida que se envejece, la cantidad de agua en el cuerpo disminuye notablemente.
Riesgo de deshidratación aumenta de forma significativa a partir de los 60 años.