La Ética en Grecia PDF
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Este documento presenta un resumen de la ética en la antigua Grecia y discute también la ética aristotélica. Explora conceptos como el bien, la felicidad, la virtud y el justo medio.
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LA ÉTICA EN GRECIA Tenemos que partir de la idea de la ética griega, en general no ha sido en primera instancia un sistema de prohibiciones o imposiciones, si no qué, más bien, ha apuntado a un sabio y libre trabajo ejercido sobre uno mismo teniendo como meta el bien. El ideal ético es la formació...
LA ÉTICA EN GRECIA Tenemos que partir de la idea de la ética griega, en general no ha sido en primera instancia un sistema de prohibiciones o imposiciones, si no qué, más bien, ha apuntado a un sabio y libre trabajo ejercido sobre uno mismo teniendo como meta el bien. El ideal ético es la formación del carácter (ethos) como una Obra de arte que hay que componer armónicamente. La armonía está en el todo y se quiebra cuando se aísla una parte y si la absolutizan. La Belleza es el resultado de la armonía del cuerpo y Alma y es el bien el que introduce es armonía. Podemos decir que las primeras idea éticas en Grecia son inseparables el mundo de la belleza, se trata de adquirir una forma de Vida capaz de armonizar la fuerza de las pulsiones y de la razón. En este sentido la ética es el arte de la bella formación de si mismo. En eso reside la belleza del bien, en lo que cada uno supo hacer con sigo a largo de su vida. La ética griega no es tampoco una moral individual del deber. Esto surgirán con el cristianismo y se afianzará en la modernidad. La ética griega es inseparable del contexto de la polis, es decir de la comunidad política. La Polis es el espacio conquistado por el hombre dentro del cuál es posible la Vida humana. Fuera de los límites de la ciudad amenaza lo bárbaro, lo irracional, por eso es tan importante el cuidado de la ciudad. La armonía de sus leyes y las instituciones que la componen, la familia y estado. Ahora bien, lo bárbaro habita también en el interior de cada uno, de ahí la necesidad de formarse a uno mismo trazando la buena frontera o el buen límite, sabiendo elegir entre lo que contribuye a la armonía y lo que introduce la discordia y división. En eso consiste la vida virtuosa, en saber elegir bien que produce la armonía en cada uno y la comunidad, frente al mal que produce la discordia y la separación. La ética griega postula un modelo perfecto o arquetipo, el cual es el bien como ideal supremo a alcanzar. Por eso la pregunta es hacia qué fin orienta cada uno su vida, es el máximo bien que se desea alcanzar. ÉTICA ARISTOTÉLICA Aristóteles era hijo de Nicómaco, médico del rey de Macedonia, y había nacido en Estagira en el 384 a.c. En un principio, deslumbrado por Platón, su maestro, adhirió a su postura filosófica, pero más tarde, fue separándose de ésta y elaborando su propio sistema. A la muerte de Platón dejó Atenas y viajó a Macedonia donde el rey Filipo II le propuso que fuera el educador de su hijo Alejando. Cuando éste llegó al trono, Aristóteles volvió a Atenas y fundo su propia escuela llamada Peripatética o del Liceo, dedicándose exclusivamente a escribir y enseñar. Acusado de impiedad en el 323 a.c. por miembros del partido nacionalista ateniense, Aristóteles no quiso que se cometiera un nuevo crimen contra la filosofía y a diferencia de Sócrates, aceptó el exilio, abandonando Atenas e instalándose en Calcidia donde falleció un año después. Es considerado uno de los dos filósofos más importantes de la Antigüedad, su influencia es notoria durante muchos siglos. Si te interesa saber más podés consultar aquí. Vocabulario Técnico: Analizaremos ahora la respuesta de Aristóteles a Telos: aquello a lo que una cosa tiende. Su la pregunta ¿Qué es el bien? finalidad. Esencia: Aquello que hace que una cosa sea lo que En su Ética a Nicómaco, el filósofo comienza es y no otra cosa. reflexionando que toda actividad humana, dentro Ser en acto: lo que se es en el momento. de cualquier campo, ha de tener Ser en potencia: lo que no se es en el momento necesariamente, imprescindiblemente un fin; pero está implícito en nuestra naturaleza. para aquél que realiza la acción, ésta se presenta Bien Supremo o Sumo Bien:el bien más elevado, además, como capaz de reportarle un bien. Así se perfecto. llega en el primer párrafo a la identificación de Fin: aquello que se persigue en una actividad y ambos conceptos: toda actividad tiende a un fin que le da sentido. que es a la vez un bien: Honores: distinciones, premios, reconocimientos. Autosuficiente: que se basta a sí mismo, que se busca por sí mismo y no como medio para otra "Todo arte y toda investigación científica, lo cosa. mismo que toda acción y elección parecen tender Perfección: grado más alto de realización de una a un bien y por ello definieron con toda pulcritud actividad, grado supremo de una cualidad. el bien los que dijeron ser aquello a que todas las Actividad propia del hombre: aquella actividad que cosas aspiran". 1 distingue a los seres humanos como tales de todos los otros seres vivos. Actividad del alma más perfecta: la vida En este primer párrafo aparecen las ideas contemplativa, o sea, la que consiste en dedicarse rectoras de la ética de Aristóteles, la idea del bien por entero a la búsqueda de la verdad, sabiduría. y la idea de fin, es decir la concepción Areté: excelencia, modo viril de excelencia. teleológica. La Teleología es la doctrina que considera indispensable para la comprensión de la realidad la referencia a los fines o motivos por los que ocurre algo. Así, el fin de la semilla es convertirse en árbol, como el fin del niño es convertirse en adulto; cada ser natural tiene una finalidad que está determinada por su esencia y a la cual aspira y de la que se dice que está en potencia. El bien de algo es su fin, aquí opera la idea de que la esencia de una cosa no consiste tanto en lo que ella es, sino en el logro, en una realización que es la consecución del fin. La idea central es que hay una dirección intrínseca en el mundo material, en el cosmos, en las acciones humanas, entre los seres naturales, en los seres vivos, es decir, distintas categorías de cosas responden a un plan que es el fin; conexión inteligible del Ser. Ese fin no está determinado por una mente superior, y tampoco opera en todos lo ámbitos de la realidad con la misma predisposición, con la misma determinación, de lo contrario estaría entredicha la idea de lo ético, la filosofía Moral de Aristóteles. En la vida humana el pasaje de potencia a acto no está asegurado. Lo teleológico es de carácter metafísico, no es el plan de una mente creadora. La concepción teleológica se acentúa en la filosofía y teologías medievales, pero la visión teleológica del mundo a partir de la ciencia moderna ha sido progresivamente cuestionada. La idea aristotélica no es la de que la acción esté regida por fines que los hombres se proponen, sino que existe un fin al que cada hombre debe tender, constituye motivos para la acción y el cual es el fin en sí. ¿Existe un fin que sería el bien del hombre en tanto hombre? Aristóteles sostiene que sí. "Siendo como son en gran número las acciones y las artes y ciencias, muchos serán de consiguiente los fines"2 1 Ética a Nicómaco. Libro I. 2 Ética a Nicómaco. Libro I Hay distintas actividades por lo tanto también existen distintos fines, pero esa pluralidad muestra una relación de subordinación, hay actividades cuyo fin propio sirve a otras actividades de orden superior, y así los fines de las primeras son medios para las segundas. Es decir Aristóteles plantea la idea de una subordinación jerárquica de las actividades y de los fines. Da por sentado que toda la gama de actividades que el hombre realiza tiene una estructura jerárquica. El lugar que ocupan en esa estructura, en ese ordenamiento es según sean sólo medios para otra actividad o aquellos que son fines con relación a algunos pero al mismo tiempo medios en relación con otra actividad. Aquellas actividades que sólo se realizan por otra cosa son menos preferibles que aquellas que se realizan por sí mismas. En síntesis, hay actividades que sólo son medios, otras que son medio y fin y existe aquella actividad cuyo fin es el fin supremo, esa es la actividad más preferible de todas. Esto se cumple tanto para aquellas actividades cuyos fines son sus productos como aquellas cuyo fin son ellas mismas. Esa subordinación es tanto en el plano de la poiesis (creación) como en la praxis ética o política. Dentro de las actividades están aquellas que tienen un resultado separado de la actividad misma, es decir si hay una producción, se trata de la técnica y para evaluarla se utiliza como criterio la eficacia de esa actividad según el producto. En las acciones productivas la intención importa pero el valor de la acción es lo que importa, el resultado se mantiene más allá de la acción, logra independencia. Para producir hay que tomar la decisión correcta, pero el peso está puesto en el resultado. Si la obra es buena la acción ha sido buena. En cambio en la praxis moral el resultado es la ejecución de la acción misma. La acción es el fin en sí mismo. "Divergencias acerca de la naturaleza de la felicidad" “Puesto que todo conocimiento y toda elección tienden a algún bien (…) cuál es el bien supremo entre todos los que pueden realizarse. Sobre su nombre, casi todo el mundo está de acuerdo, pues tanto el vulgo como los cultos dicen que es la felicidad, y piensan que vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz "Si existe un fin de nuestros actos querido por sí mismo, y los demás por él; y si es verdad también que no siempre elegimos una cosa en vista de otra -sería tanto como remontar al infinito, y nuestro anhelo sería vano y miserable-, es claro que ese fin último será entonces no sólo el bien, sino el bien soberano"3 El autor plantea la necesidad de un fin último. El argumento: si los fines estuvieran encadenados en relación de medios sin término “el deseo sería vano y A. ¿Estás de acuerdo con el autor que miserable” todas las acciones serían ininteligibles, sin los seres humanos tienden a un fin? sentido ya que el fin justifica la acción, pero si se va hacia Fundamenta. el infinito no existe entonces justificación o explicación B. ¿Es el mismo fin para todos? posible. Por eso existe un fin último, perfecto, supremo Fundamenta. bien. Para que las acciones tengan sentido. Y es posible el conocimiento de ese fin último. No es una idea a la cual podemos acceder solo hipotéticamente, sino una verdad accesible. "En cuanto al nombre por lo menos, reina acuerdo casi unánime, pues tanto la mayoría como los espíritus selectos llaman a ese bien la Felicidad". EUDAIMONÍA εὐδαιμονία: Aristóteles señala que tanto el vulgo como la gente culta lo identifican 3 Op. cit. con la "eudaimonía", se traduce como felicidad pero incluye la noción de comportarse bien y vivir bien. Se traduce por felicidad, ahora bien Aristóteles nos dice claramente que la eudaimonía no pertenece a los niños, ningún niño puede tener la eudaimonía, ni ningún animal puede tenerla. Nosotros decimos a veces que son felices los niños, por lo que nuestra idea de felicidad no es idéntica a la de eudaimonía. La traducción no es la mejor. Desde punto de vista teórico de la ética, se trata de cómo hemos de obrar para tener una vida plena y qué es una vida plena, qué es una vida realmente buena, qué es una vida humana buena. La eudemonía no es un don que se reciba sin esfuerzo. El logro de esta requiere de un esfuerzo, de un mérito aunque posea una dosis de azar. Es felicidad que necesita de la acción moralmente correcta, virtuosa, y también cierta condición de prosperidad y vida placentera. Criterios para reconocer la felicidad: ¿en qué consiste la felicidad?, ¿cómo se reconoce el sumo bien?, ¿qué requisitos debe reunir para ser tal? El primero: "ser siempre apetecible por sí mismo y no por otra cosa", esto es, ser absolutamente final; y el segundo "tornar la vida amable por sí solo, es decir ser autosuficiente". Esta última noción se relaciona con las de de perfección y autarquía: el Bien Supremo tendrá que se el más elevado y como tal permitir al hombre gobernarse a sí mismo. A continuación Aristóteles analiza distintos género de vida en los que los seres humanos han creído encontrar la felicidad: el placer, los honores y la riqueza. Aristóteles descarta el placer: “La multitud y los más vulgares ponen el bien supremo en el placer, y por esto aman la vida voluptuosa... la mayoría de los hombres muestran tener decididamente alma de esclavos al elegir una vida de bestias” Si bien es el placer es final ya que no se busca con miras a otra cosa: a- no vuelve al hombre autárquico ya que lo lleva a depender del objeto de placer, como ocurre en el caso del alcohol, el tabaco u otras drogas por ejemplo. y b- no es digno del hombre dotado de alma racional. Al elegir una vida de bestias (ganado) el humano estaría "rebajando" su dignidad. Esa vida se parecería a una vida de bestias, si bien es parte de los interese humanos, no es a partir del placer que se distingue el hombre de los animales. Los honores y gloria como fin de la vida política, también son rechazados C. ¿Cuál es tu concepto de Felicidad? por Aristóteles, a- "los honores están D. Imagina que un influencer considera que la felicidad supone más en quién los da que en quién los tener un número importante de seguidores. ¿Qué plantearía Aristóteles a dicha concepción? recibe" en tanto los honores dependen más de los que los otorga que del que los recibe podrían ser entregados y/o quitados arbitrariamente, mientras que "el verdadero bien debe ser algo propio y difícil de arrancar del sujeto". Es decir el bien no puede ser algo tan variado y dependiente de otros, es algo que reside en el sujeto. Y b- "los que los persiguen lo hacen para persuadirse a sí mismos de su propia virtud, con todo lo cual dejan ver claro que aún en su propia estima la virtud es superior a la honra". La riqueza tampoco es aceptada en tanto a- es sólo un medio, un medio útil pero solo es instrumento, no un fin en sí mismo, para el autor es un medio necesario. Y b- la vida de lucro es antinatural (los negocios, o sea los procedimientos usados para adquirir riqueza destruyen el ocio -nec otium- que es el tiempo libre dedicado a la reflexión. Fragmentos. Capítulos: 8 – 9 – 10 – 13. " (…) divididos los bienes en tres clases, los llamados exteriores, los del alma y los del cuerpo, decimos que los del alma son los más importantes y los bienes por excelencia…Es correcto decir que el fin consiste en ciertas acciones y actividades, pues así se desprende de los bienes del alma y no de los exteriores. Concuerda también con nuestro razonamiento el que el hombre feliz vive bien y obra bien…" (…) el modo de ser puede estar presente sin producir ningún bien, como en el que duerme o está inactivo…pero con la actividad esto no es posible, ya que ésta actuará necesariamente y actuará bien. Y así como en los Juegos Olímpicos no son los más hermosos ni los más fuertes los que son coronados, sino los que compiten, así también en la vida los que actúan rectamente alcanzan las cosas buenas y hermosas, y la vida de éstos es por sí misma agradable. Porque el placer es algo que pertenece al alma, y para cada uno es placentero aquello de lo que se dice aficionado (…) Así la vida de estos hombres no necesita del placer como de una especie de añadidura, sino que tiene el placer en sí misma (…) ni siquiera es bueno el que no se complace en las acciones buenas (…) Pero es evidente que la felicidad necesita también de los bienes exteriores…pues no es fácil hacer el bien cuando no se cuenta con recursos. Muchas cosas…se hacen por medio de los amigos o de la riqueza o el poder político… aquel cuyos hijos o amigos fueran completamente malos, o siendo buenos, hubiesen muerto (…) entonces (…) la felicidad parece necesitar también de tal prosperidad, y por esta razón algunos identifican la felicidad con la buena suerte". "De ahí surge la dificultad de si la felicidad es algo que puede adquirirse por el estudio o por la costumbre o por algún otro ejercicio, o si sobreviene por algún destino divino o incluso por suerte (…) Es razonable pensar que la felicidad sea un don de los dioses, especialmente por ser la mejor de las cosas humanas (…) pero confiar lo más grande y lo más hermoso a la fortuna sería una gran incongruencia. La felicidad es una cierta actividad del alma de acuerdo con la virtud. De los demás bienes, unos son necesarios, otros son por naturaleza auxiliares y útiles como instrumentos (…) la felicidad requiere (…) una virtud perfecta y una vida entera ya que muchos cambios (…) ocurren a lo largo de la vida, y es posible que el más próspero sufra grandes calamidades en su vejez, como se cuenta de Príamo (…) Porque está claro que, si seguimos las vicisitudes de la fortuna, llamaremos al mismo hombre tan pronto feliz como desgraciado, representando al hombre feliz como una especie de camaleón y sin fundamentos sólidos (…) la bondad o maldad de un hombre no dependen de ellas (…) aunque las necesita (…) en ninguna obra humana hay tanta estabilidad como en las actividades virtuosas. ¿Qué nos impide, pues, llamar feliz al que actúa de acuerdo con la vida perfecta y está suficientemente provisto de bienes externos no por algún período fortuito, sino durante toda la vida" Entonces ¿en qué consiste la felicidad? Para establecerlo mejor Aristóteles comienza preguntándose cuál es la actividad específicamente humana. Da por supuesto que la hay ya que 1) cada parte del cuerpo tiene para él una función determinada -así por ejemplo: el ojo, la mano, el pie - 2) cada miembro de la sociedad tiene dentro de ésta, la suya -así por ejemplo el escultor, el albañil, el zapatero-. La naturaleza hace cada cosa con una función que le es propia. Un érgon, una obra, función, actividad característica de cada uno. ¿Tienen los hombres una actividad específica que les pertenece como hombres, como miembros de una especie, y no meramente como clases de hombres? ¿Cuál es la característica del hombre que lo hace hombre? Si es posible hallar la actividad o función característica del hombre, entonces se puede especificar la eudaimonía. Actividad que sólo el hombre es capaz de desarrollar o aquella que realiza mejor. Si se encuentra esta actividad se podrá saber en qué consiste el bien para el hombre. Afirmar que el hombre carece de una función propia no parecería razonable ya que todos los seres lo tienen. Hay que dejar de lado las funciones vegetativas -nutrición y reproducción- pues éstas las comparte el humano con todos los seres vivos. Tampoco podrá ser puramente humana la vida sensitiva, compuesta de sensaciones y sentimientos, porque también los animales poseen ese conocimiento aportado por la sensación y esas conmociones afectivas que producen placer o dolor. Lo único que falta considerar, dice Aristóteles es la parte racional y como ésta es privativa del ser humano, ha de ser por lo tanto su función propia. el hombre, según la concepción aristotélica, es razón, toda su excelencia reside en su capacidad de pensar. Pero hay dentro de la actividad racional dos partes: una puramente teórica, especulativa, cognoscitiva, inmortal, "que posee la razón" y otra práctica, que no sobrevive a la corrupción del cuerpo y que "obedece a la razón". Esta última dirige la vida apetitiva, la que a su vez escucha consejos y se torna mesurada, equilibrada. El bien del hombre es entonces la ejecución de la actividad que le es propia. Se define como la actividad del alma acorde a la virtud, o bien acorde con las mejores y más perfectas excelencias o virtudes humanas. Y se trata de esta actividad a lo largo de toda una vida. Feliz es un predicado que ha de aplicarse a toda una vida. Al llamar feliz o infeliz a alguien nos referimos a su vida y no a estados o acciones particulares. Las acciones y proyectos individuales que integran una vida se juzgan como virtuosos o no, y el todo como feliz o infeliz. Para que esa función propia del humano, que a su vez engendra una actividad constituya el Sumo Bien, basta agregar una cualidad: la excelencia. Aristóteles establece que las características determinantes del fin último son: la función propia del humano, ejercicio o actividad y excelencia o perfección. Al referirnos a excelencia nos referimos a la "virtud" o areté. Y "así como una golondrina no hace el verano un breve tiempo de felicidad no hace al hombre bienaventurado". La excelencia es entonces, un tipo de hábito que tiene que ver con la repetición de acciones virtuosas. LA VIRTUD - ARETÉ LIBRO II. NATURALEZA DE LA VIRTUD ÉTICA 1. -La virtud ética, un modo de ser de la recta acción. "Existen, pues, dos clases de virtud, la dianoética y la ética. La dianoética se origina y crece principalmente por la enseñanza, y por ello requiere experiencia y tiempo; la ética, en cambio, procede de la costumbre, como lo indica el nombre (…) de este hecho resulta claro que ninguna de las virtudes éticas se produce en nosotros por naturaleza, puesto que ninguna cosa que existe por naturaleza se modifica por costumbre (…) De ahí que las virtudes no se produzcan ni por naturaleza ni contra naturaleza, sino que nuestro natural pueda recibirlas y perfeccionarlas mediante la costumbre. Así nos hacemos constructores construyendo casas, y citaristas tocando la cítara. De un modo semejante, practicando la justicia nos hacemos justos; practicando la moderación, moderados…" La virtud es un hábito que nos permite hacer las cosas bien. Por ejemplo, aquel que sabe tocar la guitarra es un buen guitarrista porque tiene una virtud de tocarla. La virtud no es por naturaleza, requiere esforzado ejercicio. Pero tampoco son contra la naturaleza, ya que permiten que la naturaleza se perfeccione. La virtud es una acción voluntaria, pone en juego el intelecto y la voluntad. Es objeto de elección y de reflexión deliberada. Por eso Aristóteles advierte que conocer el bien no implica necesariamente hacerlo. Es necesario desear realizarlo, la virtud requiere una voluntad que sabe que sabe lo que quiere, que elige el bien como resultado de una deliberación y que prefiere esa acción por sí misma y la sostiene en su realización. Como resultado de ésto podemos definir la virtud como la disposición permanentemente del carácter para obrar bien. De ahí se extraer dos consecuencias: Nadie puede considerare virtuoso porque realizó un acto bueno. Y nadie nace virtuoso. 2. La recta razón y la moderación. "(…) debemos examinar lo relativo a las acciones, cómo hay que realizarlas, pues ellas son las principales causas de la formación de los diversos modos de ser (…)" "ahora bien, que hemos de actuar de acuerdo con la recta razón es comúnmente aceptado y lo damos por supuesto (…) los que actúan deben considerar siempre lo que es oportuno, como ocurre en el arte de la medicina y de la navegación (…)" "(…) hemos de observar que está en la naturaleza de tales cosas el destruirse por defecto o por exceso" Siendo dos las actividades racionales del hombre, la virtudes han de clasificarse a su vez en dos grupos: virtudes morales, éticas o de carácter y virtudes dianoéticas o intelectuales. Las morales o éticas son las que resultan de la obediencia impuesta por la razón a los instintos, provienen por lo tanto de la parte práctica de la misma y constituyen el término medio entre dos vicios, uno por exceso y el otro por defecto. Aristóteles además señala que son hábitos de elección. Son entonces hábitos ya que se aprenden por repetición. La mayor dificultad estriba en evitar caer en los extremos, pues una vez en éste es casi inevitable caer en el opuesto. La virtud entonces es un hábito, no es un don natural, y tampoco es una ciencia, como sostendrían los socráticos. No es suficiente conocer el bien para hacerlo, porque la pasión puede mezclarse entre el saber del bien y su realización. La virtud contiene una referencia objetiva, de norma: el justo medio. Éste no es una capacidad, ni un sentimiento, pertenece a un modo de ser, hábito. Existe entonces un uso mesurado de la pasión que es virtud, por ejemplo en el caso de la cólera, es una virtud irritarse cuando es necesario y como es preciso, en oposición a vicios como la indiferencia. Este justo medio no es una fórmula, sino que depende de las circunstancias. Es tomar el punto intermedio entre el vicio y el defecto o exceso. Éste término medio está fijado por la razón pero no es una guía universal. No es seguir una norma. El hombre prudente toma en cuenta lo variable de la situación que toda acción tiene, y según esta situación decidirá cuál es el justo medio. D. Explica con tus palabras qué es ser virtuoso según Aristóteles. E. Propone ejemplos de virtudes que sean el justo medio entre dos vicios. F. ¿Consideras que el justo medio siempre la mejor decisión posible? Fundamenta y propone ejemplos. 3. La virtud referida a los placeres y dolores. "Hay que considerar como una señal de los modos de ser el placer o dolor que acompaña las acciones (…) La virtud moral, en efecto, se relaciona con los placeres y dolores, pues hacemos lo malo a causa del placer, y nos apartamos del bien a causa del dolor. Por ello, debemos haber sido educados en cierto modo desde jóvenes, como dice Platón, para podernos alegrar y dolernos cómo es debido, pues en esto radica la buena educación (…)" "…las virtudes están relacionadas con las acciones y pasiones, y el placer y dolor acompañan a toda pasión, entonces por esta razón también la virtud estará relacionada con los placeres y dolores…" "…los hombres se hacen malos a causa de los placeres y dolores, por perseguirlos o evitarlos, lo los que no se debe, o cuando no se debe o cómo no se debe…" "Queda, pues, establecido que tal virtud tiende a hacer lo que es mejor con respecto al placer y al dolor, y el vicio hace lo contrario." 4. Naturaleza de las acciones de acuerdo con la virtud. "Uno podría preguntarse cómo decimos que los hombres han de hacerse justos practicando la justicia, y moderados practicando la moderación, puesto que si practican la justicia y la moderación son ya justos y moderados, del mismo modo que si practican la gramática y la música son gramáticos y músicos. Pero ni siquiera éste es el caso de las artes. Pues es posible hacer algo gramatical, o por casualidad o por sugerencia de otro…" "…las acciones de acuerdo con las virtudes, no están hechas justa o sobriamente si ellas mismas son de cierta manera, sino si también el que las hace está en cierta disposición al hacerlas, es decir, en primer lugar, si sabe lo que hace; luego si las elige, y las elige por ellas mismas; y en tercer lugar, si las hace con firmeza e inquebrantablemente” Para poder llamar a una acción virtuosa es necesario que se cumplan los siguientes requisitos: 1. Que el agente de la acción sabe lo que hace, es consciente de la acción y no la realiza por azar. 2. Si la elige y la elige por ella misma, no buscando un resultado más allá de la acción. 3. Si la realiza con firmeza. 5. Naturaleza del modo de ser. "…la virtud es un modo de ser…toda virtud lleva a término la buena disposición de aquello de lo cual es virtud y hace que se realice bien su función; por ejemplo, la virtud del ojo hace bueno el ojo y su función…la virtud del hombre será también el modo de ser por el cual el hombre se hace bueno y por el cual realiza su función propia" "Llamo término medio de una cosa al que dista lo mismo de ambos extremos…todo conocedor evita el exceso y el defecto, y busca el término medio y lo prefiere…" "…las obras excelentes, que no se les puede quitar ni añadir nada, porque tanto el exceso como el defecto destruyen su perfección, mientras que el término medio la conserva" "… cuando es debido…y hacia aquellas personas debidas, y por el motivo y la manera que se debe, entonces hay un término medio y excelente; y en ello radica, precisamente la virtud…" "un modo de ser selectivo, siendo un término medio…determinado por la razón y por aquello que decidiría el hombre prudente" el valor, equilibrio entre la cobardía y la temeridad. la templanza, punto medio entre el libertinaje y la insensibilidad. la dulzura o mansedumbre, que está entre la cólera, la irritabilidad y el defecto de la impasibilidad. También se refiere a otras virtudes éticas: la generosidad, equidistante del despilfarro y la avaricia; la veracidad, que media entre la disimulación y la fanfarronería y la amabilidad, entre la adulación y la aspereza. Podemos acotar finalmente que la virtud ética más RAZÓN Y DESEO - Aristóteles es consciente que el hombre es un ser complejo, él es razón pero no sólo es razón, hay elevada es la justicia, que se relaciona una parte de nuestra alma que se opone a ella nuestros directamente con la noción de término apetitos y nuestros deseos. Hay en el hombre un deseo medio ya que la idea de justicia implica la muy profundo de tener y entre más tiene más quiere, noción de equilibrio. siendo así las cosas, es muy importante someter nuestros apetitos a lo que la razón nos dicta, al acto de poner por Virtudes dianoéticas o intelectuales: encima de nuestros deseos a nuestra razón es a lo que llamamos virtud. ¿Por qué controlar los apetitos? Porque los apetitos tienden a polarizar nuestras acciones y nos Son el segundo grupo, provienen de la pueden llevar ya sea el exceso o el defecto, es decir al parte teórica de la razón y tienden a demasiado o la precariedad y una vida marcada ya sea por lograr un conocimiento. Son por orden los excesos o por las carencias es una vez de infeliz y sin creciente de importancia: 1. El arte, que propósito la razón es la que nos debe indicar cuál es la justa nos permite crear obras bellas aplicando medida de todas las cosas el justo medio. habilidades y con la ayuda de reglas, 2. la ciencia, que nos permite conocer las leyes de la naturaleza. 3. la sabiduría práctica o prudencia, que nos permite discriminar adecuadamente el justo medio conducirnos rectamente en la vida. 4. la razón intuitiva, por la que captamos los axiomas matemáticos y los principios lógicos y finalmente 5. lo más elevado, la sabiduría teórica o sofía, que nos permite descubrir las primeras causas y los primeros principios. ¿Cuál es la más alta virtud y en que cosiste la vida feliz? Para Aristóteles la vida dedicada a la búsqueda de la sabiduría. Lo mejor en nosotros es la razón y la actividad característica de ésta es el pensamiento especulativo que se ocupa de las verdades inmutables. Es una ocupación que se basta a sí misma, y no tiene consecuencias prácticas. Es una actividad para los momentos de ocio y de paz. Por referirse a lo inmutable se encarga fundamentalmente de lo divino. Así llega Aristóteles a que la finalidad de la vida humana es la contemplación metafísica de la verdad. Este es el más alto nivel en la actividad del filósofo. Todo el esplendor conceptual de Aristóteles, manifestado en el curso de la argumentación, cae en una apología de esta forma de vida extraordinariamente estrecha. ALGUNAS CRÍTICAS: El vivir bien conforme a la virtud; la perfección y la felicidad, a la que el ser humano aspira mediante su participación en la polis, no es para todos, ni está al alcance de todos. "Su premisa básica es correcta y ha sido demasiado descuidada por las morales basadas en "otro mundo", la vida buena para los seres humanos debe ser un ideal fundado firmemente en la naturaleza humana... Pero debemos señalar algunos defectos. En primer lugar, podemos razonablemente poner en tela de juicio la suposición de Aristóteles de que hay un último bien y sólo uno hacia el cual estén finalmente dirigidas todas las actividades humanas: la eudaimonía, felicidad o bienestar humano. Ciertamente si se elige A como medio para llegar a B, B como medio de llegar a C, etc. esta cadena debe concluir tarde o temprano con algo que se elige por sí mismo y no meramente como peldaño para llegar a algún otro bien. Pero ¿por qué todas las cadenas de acción semejantes terminan con el mismo bien autosuficiente? Es evidente que en este caso la experiencia acerca de la conducta humana no da apoyo a la tesis de Aristóteles. Diferentes personas eligen cosas diferentes de todo tipo como fines en sí mismos. Y la misma persona puede elegir, en momentos diferentes, el alimento, el reposo, el ejercicio, la conversación o tocar el piano, por ejemplo, como fines autosuficientes de la acción. El error de Aristóteles tiene varias fuentes. Primero, del hecho de que la felicidad acompañe a todas esas actividades autosuficientes no se deduce en modo alguno que se las elija como un medio para lograr la felicidad. Se ha observado a menudo que es imposible lograr la felicidad persiguiéndola. (...) En segundo término, Aristóteles subestima seriamente la inmensa variedad de la naturaleza humana y la diversidad de los talentos y temperamentos de los hombres (...) Decir que toda rata tiene una cola no es lo mismo que decir que hay una cola común a todas las ratas. Análogamente, decir que toda acción tiene un fin último no es lo mismo que decir que hay uno y el mismo fin para todas las acciones". (O´Connor, Historia crítica de la Filosofía Occidental. Bs. As. Paidós, 1968. pág. 206-208)