Gestión del Cuidado en Personas Mayores con Síndromes Geriátricos PDF
Document Details
Uploaded by AngelicUnderstanding
2024
Astrid González S.
Tags
Related
- Tema 8. Afrontamiento Vital en la Etapa de la Vejez PDF
- Los ejes de la ESI PDF
- Módulo 1 UF 0128 Apoyo en la organización de actividades para personas dependientes en instituciones 2023 PDF
- Examen de Psicología Universidad Interamericana de Puerto Rico PDF
- Úlceras por Presión - Presentación PDF
- Modulo 1. Realización de la higiene y aseo de la persona dependiente PDF
Summary
Este documento presenta información sobre la gestión del cuidado en personas mayores con síndromes geriátricos, destacando las particularidades de la salud en la edad avanzada. Se profundiza en el concepto de salud como bienestar físico, mental y social y la presentación atípica de enfermedades. Además, se discute la incontinencia urinaria como un síndrome geriátrico común.
Full Transcript
Gestión del cuidado en personas mayores con sindromes geriátricos Astrid González S. Enfermera Docente Mg. En Gerontología Clínica 2024 La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como «un estado en el que existe...
Gestión del cuidado en personas mayores con sindromes geriátricos Astrid González S. Enfermera Docente Mg. En Gerontología Clínica 2024 La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como «un estado en el que existe una situación óptima de bienestar físico, mental y social y no meramente como una ausencia de enfermedad» Esta definición incluye además en geriatría tanto las alteraciones físicas y mentales como las circunstancias socioeconómicas y personales. El concepto de anciano sano no está ligado siempre al de ausencia de enfermedad, «la salud del anciano se mide en términos de función». ENVEJECIMIENTO CAMBIOS FISIOLÓGICOS DISMINUCIÓN DE LA RESERVA FUNCIONAL LIMITACIÓN DE LA CAPACIDAD DE RESPUESTA ANTE AUMENTO DE DEMANDA O ESTRES También se produce un deterioro de los procesos reguladores que mantienen la integración funcional entre los diferentes órganos y sistemas del individuo. ENVEJECIMIENTO Reducción individual de la reserva funcional de cada órgano Reducción de los mecanismos de función que integran sus funciones. Con relativa frecuencia los ancianos tienden a manifestar síntomas inespecíficos y no necesariamente el cuadro típico de la enfermedad concreta. Presentan enfermedades con signos y síntomas diferentes a los jóvenes (por ej., una neumonía manifestándose con un delírium, sin fiebre o tos o dolor torácico). Presentación atípica de las enfermedades Estas diferencias serán más marcadas a mayor edad del paciente por: la coexistencia de pluripatología o comorbilidades polifarmacia mayor fragilidad que enmascaran cuadros concretos. Es frecuente que el órgano más frágil falle independiente del proceso patológico en sí, siendo el responsable de otras manifestaciones clínicas independientes del factor etiológico responsable. (por ej., síndrome confusional agudo como consecuencia de un proceso infeccioso, sin existir lesión cerebral que lo justifique). Esta forma de «presentación atípica» de las enfermedades en los ancianos es la responsable de los denominados síndromes geriátricos. Estos síndromes pueden generar mayor morbilidad y consecuencias en ocasiones más graves que la propia enfermedad que los produce (por ej., síndrome de inmovilidad generado por un ACV [accidente cerebrovascular], sin una buena prevención de las úlceras de decúbito éstas pueden aparecer y generar más problemas). Los síndromes geriátricos Son un conjunto de cuadros habitualmente originados por la conjunción de enfermedades con alta prevalencia en los ancianos y que son el frecuente origen de incapacidad funcional o social en la población. Son la manifestación (síntomas) de muchas enfermedades, pero también son el principio de muchos otros problemas que debemos tener en cuenta para establecer una buena prevención de los mismos. Los síndromes geriátricos son definidos por Kane, en 1989, en su libro Essentials of Clinical Geriatrics como problemas geriátricos a través de una regla nemotécnica su por medio de la regla de las «ies»: Immobility: inmovilidad. Instability: inestabilidad y caídas. Incontinence: incontinencia urinaria y fecal. Intellectual impairment: demencia y síndrome confusional agudo. Infection: infecciones. Inanition: desnutrición. Impairment of vision and hearing: alteraciones en vista y oído. Irritable colon: estreñimiento, impactación fecal. Isolation (depression)/insomnio: depresión/insomnio. Iatrogenesis: yatrogenia. Inmune deficiency: inmunodeficiencias. Impotence: impotencia o alteraciones sexuales. Recordar: Los procesos patológicos en la vejez no siguen el modelo clásico de enfermedad, esto sólo ocurre en la mitad de los pacientes geriátricos, es frecuente que en los ancianos diferentes factores de morbilidad actúen de forma sumatoria. INCONTINENCIA URINARIA La incontinencia urinaria (IU) está dentro de los principales síndromes geriátricos, presentándose en un gran porcentaje de la población mayor a nivel mundial y nacional, constituyéndose como un problema médico y social. Afecta especialmente a las personas mayores que presentan comorbilidades y deterioro funcional. Entre las personas mayores de 65 años, un tercio de ellas presenta algún tipo de incontinencia urinaria, haciéndose más prevalente en edades avanzadas teniendo un mayor impacto en las mujeres. Se define IU como toda queja de pérdida involuntaria de orina objetivamente demostrable y suficiente para constituir un problema social e higiénico a quien la padece. Según la duración de los síntomas, se puede clasificar en incontinencia transitoria e incontinencia permanente: Incontinencia transitoria: Se refiere a cualquier afección que haya comenzado durante menos de 3 meses y pueda revertirse una vez que se controle la causa. Las causas principales que se deben considerar son: Infección urinaria. Delirium. Accidente cerebro vascular. Fármacos. Diabetes Mellitus descompensada. Hipercalcemia. Uretritis/vaginitis atrófica. Diabetes insípida. Fecaloma. Sobrecarga de volumen Incontinencia permanente: A su vez, se clasifica según la fisiopatología que explica su desarrollo. Esta considera seis tipos: Incontinencia de esfuerzo: Es aquella que debido el aumento de la presión intraabdominal, provoca el escape de orina. Esta se presenta en eventos como el toser, reír, mover o cargar un objeto pesado. Incontinencia de urgencia: Debida a hiperactividad de detrusor, que lleva a la persona a una sensación imperiosa de orinar y que no puede controlar. Incontinencia por rebosamiento: Se caracteriza por una pérdida constante de orina y en pequeñas cantidades producto de un vaciamiento incompleto y un residuo vesical cada vez mayor, lo que lleva a un rebalse. Incontinencia funcional: Es la incapacidad de contener la orina cuando la necesidad de micción se produce, generándose el escape de orina antes de llegar a evacuar. Incontinencia mixta: Combina la hiperactividad del detrusor junto con la incontinencia de esfuerzo. Incontinencia total: Ocurre por una falla intrínseca en la función del esfínter o por la presencia de una fistulización anormal en el tracto urinario. La identificación de los factores de riesgo es un pilar crucial al momento de instaurar medidas para la prevención de este síndrome, ya que solo el 50% de las personas en Chile consultan, y de esta, solo una cuarta parte llega a recibir algún plan de estudio y/o tratamiento. Recomendaciones para considerar al momento de realizar la VGI en una PM con IU o en riesgo de padecerla. Diagnósticos de enfermería según taxonomía NANDA Incontinencia urinaria de esfuerzo r/c debilidad de los músculos pélvicos, deficiencia del esfínter uretral interno, cambios degenerativos de los músculos pélvicos. Incontinencia urinaria de urgencia r/c infección vesical, disminución de la capacidad vesical, distensión excesiva de la vejiga. Incontinencia urinaria funcional r/c déficit sensorial o cognoscitivo, factores psicológicos, problemas de movilidad. Incontinencia urinaria refleja r/c deterioro neurológico y/o lesión tisular. Incontinencia urinaria por rebosamiento r/c obstrucción uretral, obstrucción del drenaje vesical, efecto secundario de medicamento. Incontinencia urinaria de urgencia r/c disminución de la capacidad vesical m/p expresa tener pérdida involuntaria de orina. Incontinencia urinaria funcional r/c limitaciones neuromusculares m/p pérdida de orina antes de llegar al inodoro. Incontinencia urinaria por rebosamiento r/c obstrucción del drenaje vesical m/p distensión vesical. Retención urinaria r/c obstrucción m/p micción frecuentes. El rol del/la profesional de enfermería en el cuidado de las PM con IU considera prevenir la aparición de nuevas enfermedades, complicaciones y desarrollo de secuelas, mediante la adopción de medidas preventivas, asegurando así la continuidad asistencial y participando activamente en la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud. Las PM que experimentan el síndrome de IU, sufren sentimientos de culpabilidad, pérdida de autoestima y autoconfianza, generando sentimientos de desvalorización, inseguridad y apatía. La IU puede llegar a provocar en la PM aislamiento social, lo que se puede expresar en temor a salir de su hogar, falta de interés en las relaciones interpersonales, aislamiento autoimpuesto, hasta llegar a una depresión y/o pérdida de la autonomía funcional. En este contexto, el abordaje integral con enfoque promocional y preventivo es crucial para evitar las complicaciones descritas, las cuales constituyen factores de riesgo para otros síndromes geriátricos, comprometiendo funcionalidad y aumento en la necesidad de cuidados. INCONTINENCIA FECAL La incontinencia fecal (IF) constituye uno de los síndromes en Geriatría que comportan una mayor repercusión psicológica y en la calidad de vida de los pacientes y cuidadores. Esto, unido al coste económico y de recursos que conlleva, hace que sea un problema mayor en la asistencia sociosanitaria. De hecho, se considera un marcador negativo en salud, con un aumento en la mortalidad de las personas que la presentan. Se calcula que afecta entre un 3 y un 21% de los pacientes mayores de 65 años en la población general, a casi el 50% de las personas institucionalizadas y a más de un 80% de los pacientes hospitalizados con demencia. La etiología de la IF es multifactorial. Entre los factores de riesgo destacan: Inmovilidad Presencia de diarrea aguda o crónica Estreñimiento e impactación fecal Toma de laxantes Polimedicación Bajo nivel de conciencia Demencia Enfermedad cerebrovascular Enfermedad de Parkinson Laxitud del suelo pélvico Prolapso rectal Lesión de esfínter anal Alteración de la sensibilidad anorrectal No existe un concepto claro de los mecanismos biológicos y fisiopatológicos que dan lugar a la incontinencia de forma general y en el anciano en particular. Con el paso del tiempo se produce una disminución neuronal del sistema nervioso entérico y en la liberación de neurotransmisores, así como cambios anatómicos y funcionales: pérdida de cojines vasculares, engrosamiento no funcional de ambos esfínteres, disminución de la presión de reposo y contracción esfinteriana, disminución de la distensibilidad y sensibilidad rectal o laxitud perineal. El manejo de las personas mayores que padecen incontinencia fecal debe realizarse de una forma integral, con la implicación de todo el equipo de salud, familia y cuidadores. Cuidados higiénicos y dermatológicos La continua humedad provocada por los escapes de orina y/o heces hace que la piel esté expuesta a erosiones y sobreinfecciones frecuentes, favoreciendo la aparición de úlceras por presión. Por tanto, en estos pacientes es conveniente la utilización de cremas hidratantes y con efecto barrera, como aquellas que incorporan óxido de cinc, o bien hidrocoloides. Con frecuencia se producen sobreinfecciones por hongos de la piel perianal, las cuales deben ser detectadas y tratadas con antifúngicos tópicos. DAI: Dermatitis asociadas a Incontinencia Hay dos intervenciones fundamentales a la hora de prevenir y manejar la DAI: Manejar la incontinencia para identificar y tratar las causas reversibles con el fin de reducir o, en el mejor de los casos, eliminar el contacto de la piel con la orina y/o las heces. Aplicar un régimen estructurado para el cuidado de la piel para proteger la piel expuesta a la orina o las heces y ayudar a restaurar una función de barrera de la piel eficaz. Se ha comprobado que los regímenes estructurados para el cuidado de la piel que incorporan una limpieza suave y el uso de protectores cutáneos reducen la incidencia de la DAI. También se asocian con una reducción del desarrollo de las úlceras por presión de estadio/fase I. Principios de la limpieza aplicados a la prevención y al manejo de la DAI: Limpiar a diario y después de cada episodio de incontinencia fecal. Usar una técnica suave con la mínima fricción, evitar frotar o restregar la piel. Evitar los jabones regulares (alcalinos). un limpiador líquido y suave, que no necesite enjuague, o una toalla húmeda (diseñada e indicada para el cuidado de la incontinencia), con un pH similar al de la piel normal. Si es posible, utilizar una tela suave no tejida y desechable. Secar suavemente la piel, si es necesario, después de la limpieza. Recomendaciones en hábito defecatorio Estudios han demostrado que programar un horario habitual para la defecación, así como acudir cada 3-4 h al baño para educar también el hábito miccional, hace que disminuyan de forma significativa los episodios de incontinencia. Estas medidas son especialmente útiles en pacientes con demencia y dependencia para las actividades de la vida diaria. Ajustes dietéticos En ocasiones, un control sobre la alimentación de estos pacientes puede ser suficiente para mejorar los escapes involuntarios; de forma general, debemos disminuir la ingesta de grasas y tener precaución con productos que incorporen sorbitol y lactosa o derivados. Si no existe diarrea asociada, es conveniente añadir de forma progresiva suplementos de fibra vegetal acompañados de al menos un litro de agua al día. Dispositivos mecánicos Los obturadores o plug anales consisten en una esponja habitualmente de poliuretano envuelta en un plástico que mantiene su forma compacta para facilitar su introducción. Este plástico se disuelve al entrar en contacto con la mucosa rectal y el obturador se expande en pocos segundos, adaptándose al contorno del recto inferior. Con frecuencia producen malestar y son difíciles de tolerar. Pueden ser útiles en IF pasiva con pérdida de pequeñas cantidades de heces, por lo que han de ser tenidos en cuenta en el algoritmo de tratamiento de estos pacientes. Tratamiento farmacológico para el control de diarreas. Enemas y sistemas de irrigación. Rehabilitación del suelo pélvico. Esfinteroplastía Reparación del prolapso rectal. ESTREÑIMIENTO El estreñimiento adquiere un significado diferente tanto para las personas como para los profesionales de salud, dependiendo no tan solo de la edad sino que también de la cultura en la que se insertan ambos. Constituye un problema de salud crónico que provoca malestar pero no incapacidad para la persona. Puede ser definido a través de síntomas intestinales, paso dificultoso de las heces, disminución de su frecuencia, endurecimiento de las deposiciones o sensación de evacuación incompleta. El proceso de envejecimiento implica cambios, que a nivel intestinal, se reflejan en la disminución del peristaltismo, aumento de la distensibilidad rectal y disminución de la sensibilidad rectal ante el llenado. Si a estos cambios se le suman alteraciones musculares, inmovilidad, alteraciones cognitivas, afectivas y/o la ingesta baja de alimentos ricos en fibra y agua, se convierte en un escenario proclive para la aparición del estreñimiento, y por ende, de la impactación fecal. Factores como la edad, la condición de salud y hábitos de vida son parámetros que se deben considerar al momento de realizar la valoración de enfermería en relación con esta problemática, puesto que su prevalencia aumenta en ambos sexos a partir de los 65 años, alcanzando 34% en mujeres y 26% en hombres, siendo mayores en personas que se encuentran institucionalizadas. Se debe indagar en las PM o en sus cuidadoras/es, respecto de la frecuencia habitual de las deposiciones, ya que este parámetro es variable en cada persona, sin embargo, se puede tomar como referencia máxima tres deposiciones diarias o una mínima de tres a la semana. Diagnósticos de enfermería según taxonomía NANDA Estreñimiento. Estreñimiento subjetivo. Riesgo de estreñimiento. Estreñimiento funcional crónico. Riesgo de estreñimiento crónico funcional. TRASTORNOS DEL SUEÑO El insomnio es uno de los problemas más prevalentes en las personas de edad avanzada, algunos lo han mencionado como un problema de salud pública, con la modernidad, asociado a cambios en los estilos de vida y a condiciones socioeconómicas. Es más frecuente en mujeres, en personas mayores, se relaciona con la presencia de otras morbilidades y contribuye a la disminución de la funcionalidad en esta etapa de la vida. Las personas mayores están en riesgo de una variedad de trastornos del sueño que van desde el insomnio hasta las alteraciones del ritmo circadiano. Existen elementos de riesgo que incluyen malos hábitos al momento de dormir, cambios asociados al envejecimiento, modificaciones en el ciclo circadiano, patologías y tratamientos de las mismas asociados. Además existen consecuencias, como costos en su vida social, laboral y económicos. El insomnio es un término utilizado para describir la percepción subjetiva de un sueño insuficiente o no restaurador, que comprende: Dificultad para iniciar, mantener el sueño o despertar temprano. Las alteraciones producen un déficit en la función diaria: Fatiga o malestar general. Deterioro de la memoria, concentración o atención. Pobre desempeño social. Cambios en el estado de ánimo. Somnolencia diurna. Disminución de la motivación, energía e iniciativa. Propensión a errores y accidentes. Tensión, cefalea, síntomas gastrointestinales. Preocupación por el sueño. CAMBIOS DURANTE EL ENVEJECIMIENTO El inicio del sueño es más difícil. El tiempo total y la eficiencia del sueño es menor. El sueño profundo se reduce. El sueño es fragmentado por un incremento en despertares. En la valoración de la persona mayor con respecto al sueño se debe incluir: Hábitos nocturnos Hora de acostarse. Actividades en la cama. Apagado de luces. Tiempo transcurrido para quedarse dormido. Calidad del sueño. Tiempo que le toma despertar durante la mañana. Tiempo que le toma levantarse de la cama. Veces que despierta por la noche. Tiempo que dura despierto durante la noche. Reporte de ronquidos y movimientos de piernas. Hábitos diurnos Horas de comidas. Periodos de trabajo y estudio. Siestas durante el día. Actividad física. Hábito tabáquico. Ingesta de alcohol. Uso de drogas y medicamentos. Condiciones de la habitación Condiciones de la cama, colchón y almohadas. Ruido. Número de personas que duermen en la misma cama. Iluminación. Presencia de TV, PC o equipo de audio en la habitación. Temperatura. Evaluación psicosocial Comorbilidad Farmacología Exámenes complementarios: polisomnografía Manejo: Modificación de factores ambientales Modificación de hábitos diurnos y nocturnos Control de estímulos Manejo del tratamiento farmacológico Relajación Terapias de restricción de sueño DEMENCIAS La demencia es una pérdida de las funciones mentales lo suficientemente graves como para afectar las actividades y la vida diaria. Estas funciones incluyen: La memoria Habilidades del lenguaje Percepción visual (su capacidad de entender lo que ve) Solución de problemas Problemas con el quehacer diario La habilidad de enfocarse y prestar atención Actualmente, más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo, más del 60% de las cuales viven en países de ingreso mediano y bajo. Cada año, hay casi diez millones de casos nuevos. La demencia es, en la actualidad, la séptima causa de defunción y una de las causas principales de discapacidad y dependencia entre las personas de edad en el mundo entero. Los tipos más comunes de demencia son llamados enfermedades neurodegenerativas. Estas incluyen: Enfermedad de Alzheimer: La forma más común de demencia entre personas mayores. Demencia con cuerpos de Lewy: Causa síntomas de movimiento junto con demencia. Los cuerpos de Lewy son depósitos anormales de una proteína en el cerebro. Trastornos frontotemporales: Causan cambios en ciertas partes del cerebro: Los cambios en el lóbulo frontal conducen a síntomas del comportamiento Los cambios en el lóbulo temporal conducen a trastornos del lenguaje y emocionales. Demencia vascular: Causa cambios en el flujo de sangre del cerebro. A menudo es causado por un derrame cerebral o arterioesclerosis (endurecimiento de las arterias) en el cerebro. Demencia mixta: Es una combinación de dos o más tipos de demencia. Por ejemplo, algunas personas tienen enfermedad de Alzheimer y demencia vascular. Algunos factores pueden aumentar el riesgo de demencia incluyen: Envejecimiento: Este es el mayor factor de riesgo de demencia Tabaquismo Diabetes Mellitus descompensada HTA OH Antecedentes familiares Aislamiento social Inactividad física Depresión A veces, la persona tiene cambios de humor o de conducta antes de que empiecen los problemas de memoria. Los síntomas empeoran con el tiempo y la mayoría de las personas con demencia precisarán ayuda en su día a día. Los signos y síntomas precoces son: olvidar cosas o acontecimientos recientes perder o extraviar cosas perderse al caminar o conducir sentirse desubicado, incluso en lugares familiares perder la noción del tiempo dificultades para resolver problemas o tomar decisiones problemas para seguir conversaciones o a la hora de encontrar las palabras dificultades para realizar tareas habituales errores de cálculo al juzgar visualmente a qué distancia se encuentran los objetos Los cambios comunes en el estado de ánimo y el comportamiento incluyen: sensación de ansiedad, tristeza o enojo por las pérdidas de memoria cambios en la personalidad conducta inapropiada renuncia al trabajo o a las actividades sociales pérdida de interés por las emociones de otras personas No hay ningún tratamiento para la demencia, pero es mucho lo que se puede hacer para apoyar tanto a las personas que viven con la enfermedad como a quienes las cuidan. Las personas con demencia pueden mantener su calidad de vida y mejorar su bienestar: con actividad física participando en actividades e interacciones sociales que estimulan el cerebro y mantienen su actividad diaria https://youtu.be/sGYwl-7er48 https://www.youtube.com/watch?v=PFtk5 EoHIXk Como cuidador o familiar de una persona con Alzheimer o alguna demencia relacionada, se pueden tomar ciertas medidas para que el hogar sea más seguro. La eliminación de peligros y la inclusión de dispositivos de seguridad en el hogar ayudan a que la persona tenga más libertad de desplazarse de forma independiente y segura. Si tiene escaleras, asegúrese que haya por lo menos un pasamanos. Coloque alfombras o franjas de seguridad antideslizantes en los peldaños, o bien, marque los bordes. Inserte enchufes de seguridad en los tomacorrientes que no se estén usando y considere el uso de cierres de seguridad para las puertas de los gabinetes. Despeje el paso guardando cualquier artículo que no se esté usando y elimine alfombras pequeñas, cables eléctricos y otros artículos con los que la persona podría tropezarse. Asegúrese de que haya una buena iluminación en todas las habitaciones y las áreas exteriores que visita la persona. Elimine cortinas y alfombras con patrones muy cargados que puedan confundir a la persona. Elimine o guarde bajo llave productos de limpieza o para el hogar, como disolventes de pinturas y fósforos. SINDROME CONFUSIONAL AGUDO DELIRIUM El síndrome confusional agudo (SCA) es uno de los trastornos cognitivos más importantes en el anciano, tanto por su prevalencia como por su pronóstico. Puede ser la forma clínica de presentación de patologías graves o aparecer en el curso de ellas, a veces asociado al tratamiento farmacológico utilizado. El desarrollo de un SCA o delírium tiene importancia desde el punto de vista económico y social, ya que los enfermos requieren cuidados especiales, tienen mayor riesgo de caídas, estancias hospitalarias más prolongadas y mayor institucionalización. El SCA es un síndrome de causa orgánica, en ocasiones plurietiológico, que se caracteriza por una alteración del nivel de conciencia y de la atención, así como de diversas funciones cognitivas, como la memoria, orientación, pensamiento, lenguaje o percepción. Tiene un comienzo agudo y un curso fluctuante pudiendo durar varios dias. Los pacientes con delírium tienen una alteración del nivel de atención, está disminuida su capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención, además de la alteración de la percepción que puede hacer que el paciente malinterprete la realidad, tenga ilusiones o alucinaciones, pudiendo esto condicionar su comportamiento y expresar miedo o agresividad ante estímulos externos. El paciente suele comenzar con desorientación temporo-espacial, aumento o disminución de la actividad psicomotriz y con trastorno del ciclo vigilia-sueño. Fases de agitación psicomotriz y desorientación suelen alternar con fases de somnolencia diurna. Por tanto, el delírium suele desarrollarse durante la noche y en lugares con escaso estímulo ambiental y desconocido para el paciente. Las alteraciones tóxicas y metabólicas adquiridas suelen ser las causas más frecuentes. FACTORES PREDISPONENTES Deterioro cognitivo previo. Enfermedad grave. Deshidratación. Alteraciones metabólicas (malnutrición). Edad avanzada. Depresión. Síndrome confusional agudo previo. Hábitos tóxicos (alcohol). FACTORES PRECIPITANTES: Polifarmacia. Uso de catéter urinario. Iatrogenia. Restricción física. Malnutrición (albúmina < 3g/l). A cada factor se le asigna 1 punto: riesgo bajo: 0 puntos, riesgo intermedio 1-2 puntos, riesgo alto 3-5 puntos. FACTORES DE VULNERABILIDAD: Alteración de la agudeza visual Enfermedad grave (APACHE II