El Proceso de Transición a la Democracia. PDF
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1978
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This document covers the Spanish transition to democracy, including the Constitution of 1978 and the early democratic governments from 1978-1982. Key topics include the transition process from 1975-1978, the governments of Arias Navarro and Adolfo Suárez, and the creation of the Constitution of 1978. It also discusses challenges such as regional issues, the economic crisis, and terrorism.
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TEMA 11 – EL PROCESO DE TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA. LA CONSTITUCIÓN DE 1978 Y LOS PRIMEROS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS (1978-1982). 1. El proceso de transición a la democracia actual (1975-1978) 1.1. Los Gobiernos preconstitucionales: Arias Navarro y Adolfo Suárez 2. La Constituc...
TEMA 11 – EL PROCESO DE TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA. LA CONSTITUCIÓN DE 1978 Y LOS PRIMEROS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS (1978-1982). 1. El proceso de transición a la democracia actual (1975-1978) 1.1. Los Gobiernos preconstitucionales: Arias Navarro y Adolfo Suárez 2. La Constitución de 1978 y los primeros gobiernos democráticos (1978-1982) 2.1. El segundo gobierno de Adolfo Suárez (1977-1979) 2.2. La Constitución de 1978 2.3. El tercer gobierno de Adolfo Suárez (1979-1981) y de Calvo Sotelo (1981-1982) 1.-El proceso de transición a la democracia actual (1975-1978) La Transición española es el período histórico durante el cual se lleva a cabo el proceso por el que España deja atrás el régimen dictatorial de Franco, pasando a regirse por la Constitución de 1978, que consagraba un estado social y democrático de derecho. Respecto a la duración exacta de la Transición , algunos historiadores la enmarcan entre la muerte del dictador el 20 de noviembre de 1975 y la aprobación de la Constitución en referéndum el 6 de diciembre de 1978, aunque otros autores dan diversas fechas de finalización como los años 1981 (23-F) y 1982 (llegada al poder del PSOE). 1.1.-Los Gobiernos preconstitucionales: Arias Navarro y Adolfo Suárez Don Juan Carlos fue proclamado rey de España y jefe del Estado el 22 de noviembre de 1975. Con la intención de tranquilizar al aparato franquista, incluido el Ejército, el rey confirmó en la presidencia de Gobierno a Carlos Arias Navarro, el cual pertenecía al sector inmovilista del régimen (conocido como el búnker), partidarios de mantener el régimen sin Franco Tras la muerte de Franco existieron tres grandes posturas: 1.-Continuistas (“el bunker”) que eran partidarios de continuar con lo esencial de la dictadura franquista, 2.-Rupturistas que deseaban romper completamente con el régimen anterior (partidos de izquierda) y 3.-Reformistas que eran partidarios de una reforma desde el interior del régimen (el rey Juan Carlos) Todo ello disgustó en extremo a la oposición que aspiraba al establecimiento de un sistema político democrático. De esta manera, en marzo de 1976 los dos principales organismos de la oposición se fusionaron en la Coordinadora Democrática conocida como la Platajunta. Se iniciaba así un período de inestabilidad reflejado en forma de huelgas y manifestaciones que fueron reprimidas con gran dureza por el gobierno como los sucesos de Vitoria (cinco muertos por la policía durante una huelga). Finalmente, en julio de 1976 Arias Navarro dimitió cuando comprobó que no tenía el apoyo del rey, siendo nombrado como nuevo presidente del Gobierno Adolfo Suárez. Adolfo Suárez, iba a conseguir desmantelar todas las estructuras políticas y sindicales del régimen franquista e instalar la democracia. Las intenciones reformistas de Suárez empezaron a llevarse a cabo con la concesión de una amplia amnistía (30 de julio de 1976) y el inicio de una serie de contactos con la oposición para implicarla en el proceso de reformas. El primer paso legislativo del proceso aperturista se dio en noviembre de 1976 cuando las Cortes franquistas dieron su aprobación al proyecto de Ley para la Reforma Política que proponía la creación de unas Cortes bicamerales elegidas por sufragio universal, legalización de los partidos políticos y sindicatos obreros, que es ratificada por referéndum por el pueblo español el 15 de diciembre de 1976. El proceso de reformas estuvo siempre amenazado por dos fuerzas opuestas. Por un lado, las fuerzas de extrema derecha, en las que se agrupaba los residuos más duros del franquismo, grupos terroristas como los Guerrilleros de Cristo Rey o grupos políticos como Fuerza Nueva dirigida por Blas Piñar. Por otro lado, los grupos terroristas nacionalistas como ETA o de extrema izquierda como el GRAPO. La situación llega a su momento de máxima tensión en la semana del 23 al 29 de enero de 1977, conocida como Semana Negra, en la que una sucesión de hechos violentos ( asesinato de dos estudiantes en una manifestación pro - amnistía por los “Guerrilleros de Cristo Rey”, secuestro del presidente del Consejo de Justicia Militar por parte del GRAPO y la matanza de cinco abogados laboralistas del PCE en Atocha por grupos de pistoleros de extrema derecha) estuvo a punto de dar al traste con la Transición. La Ley para la Reforma Política permitió la legalización de los partidos políticos. El propio Suárez impulsó la creación de la Unión de Centro Democrático (UCD), la derecha se organizó en torno a Alianza Popular (AP) liderada por Manuel Fraga, pero también había que legalizar a los partidos de izquierda. En 1976, el PSOE liderado por Felpe González, aunque era ilegal, celebró públicamente un Congreso en Madrid que fue tolerado por el gobierno y poco tiempo después fue legalizado. La legalización de PCE (Partido Comunista de España), en cambio, se presentaba más complicada por el rechazo frontal a ello del Ejército. Sin embargo, en abril de 1977 el PCE liderado por Santiago Carrillo fue legalizado. Una vez garantizada la pluralidad política, los partidos se prepararon para concurrir a las primeras elecciones democráticas que tenían lugar en el país desde los tiempos de la II República. Finalmente, se convocaron elecciones en junio de 1977 con los siguientes resultados: la Unión de Centro Democrático (UCD), partido fundado por Adolfo Suárez obtuvo una mayoría simple (165 diputados), seguido por el PSOE (118 diputados). El PCE sufrió un fuerte descalabro con sólo 20 diputados y Alianza Popular obtuvo 16 diputados. Los partidos autonomistas en Cataluña y País Vasco obtuvieron unos resultados que pronosticaban su futuro protagonismo. 2.-La Constitución de 1978 y los primeros gobiernos democráticos (1978-1982) 2.1.-El segundo gobierno de Adolfo Suárez (1977-1979) Tras las elecciones de junio de 1977, Suárez al frente de la UCD, intentó gobernar en solitario frente a una oposición liderada por el PSOE. El nuevo Gobierno se enfrentó a tres tareas principales: solucionar el problema regional complicado por la continuación del terrorismo de ETA, resolver la crisis económica en la que se encontraba España desde 1973 y aprobar una Constitución. El problema regional: Las preautonomías Las elecciones de junio de 1977 evidenciaron la fuerza de los nacionalismos periféricos, sobre todo en Cataluña y el País Vasco. El gobierno buscó el entendimiento y acuerdos con los partidos nacionalistas. En Cataluña, no existían organizaciones terroristas ligadas al nacionalismo y Suárez contó con un interlocutor de reconocido prestigio en la persona de Josep Tarradellas, presidente en el exilio de la Generalitat que regresó a Cataluña para ponerse provisionalmente al frente de la institución. En los meses siguientes una comisión de parlamentarios elaboró el proyecto de Estatuto de Autonomía. En el País Vasco el proceso preautonómico encontró importantes dificultades debido a la persistencia de la violencia de ETA y el mayor radicalismo del nacionalismo vasco, que reivindicaba la incorporación de Navarra a Euskadi. Aun así, el gobierno central concedió la preautonomía vasca en enero de 1978. El consenso económico: Los Pactos de la Moncloa En el verano de 1977 la economía española se hallaba inmersa en una profunda crisis (estancamiento del PIB, inflación galopante, incremento del déficit público), se sumaban el incremento del paro y la conflictividad laboral. Para ello se elaboraron los Pactos de la Moncloa, firmados el 25 de octubre de 1977, por el gobierno, los representantes de los principales partidos de la oposición, los sindicatos y la patronal. Los principales acuerdos de dicho Pacto fueron los siguientes: - Medidas de saneamiento económico para combatir la inflación y el endeudamiento externo: devaluación de la peseta, incrementos salariales pactados según la inflación, moderación de gastos financieros y control del gasto público - Reformas estructurales como una reforma tributaria, un nuevo Estatuto de los Trabajadores, la reestructuración de la Seguridad Social y creación del Instituto Nacional de Empleo. Los Pactos de la Moncloa sirvieron para frenar la tendencia negativa de la economía, redujeron la inflación (que pasó de 29% en 1977 a menos de la mitad en 1978), aunque no lograron detener el incremento del paro pues su aplicación se vio limitada por la segunda crisis mundial del petróleo (1979). 2.2.- La Constitución de 1978 las nuevas Cortes bicamerales inician el proceso formándose una comisión constitucional, integrada por representantes de todas las fuerzas políticas, que nombró a una ponencia de 7 miembros, redactora del anteproyecto de Constitución, los cuales son los llamados “padres de la Constitución”: 3 de UCD (Herrero Rodríguez de Miñón, Cisneros y Pérez Llorca), 1 del PSOE (Peces-Barba), 1 de AP (Manuel Fraga), 1 del PCE (Solé Tura) y 1 de la minoría catalana (Roca). El acuerdo fue posible porque la izquierda renunció al carácter republicano del Estado; la derecha admitía el pleno juego democrático y la existencia de las autonomías; y los nacionalistas catalanes aceptaban reservar el término nación para España a cambio de que se reconociera el de “nacionalidad” para Cataluña. El anteproyecto fue aprobado por las Cortes, tras un largo debate, con tan sólo dos votos en contra y catorce abstenciones, correspondientes a los diputados vascos. La Constitución española consta de un Preámbulo, de 11 Títulos con 169 artículos. Sus principios fundamentales son: Soberanía popular. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. La definición del sistema político español como una monarquía parlamentaria, en la que la Corona tiene funciones representativas como símbolo de la unidad de España. La división de poderes: o El poder ejecutivo recae en el Gobierno formado por el presidente y sus ministros. El presidente es elegido en función de la composición de las Cortes. El gobierno dirige la política interior y exterior, la administración civil y militar o El poder legislativo se encuentra en las Cortes, formadas por dos cámaras elegidas por sufragio universal: el Congreso de Diputados y el Senado. Ejercen la potestad legislativa y controlan la acción del gobierno. En cuanto a su composición, cualquier ciudadano puede ser elegido diputado. o Por último, el poder judicial corresponde a los jueces y magistrados y su función es la de administrar justicia. Cabe destacar el Tribunal Supremo como órgano superior de justicia y el Tribunal constitucional, cuya función es declarar la constitucionalidad o no de las leyes. La descentralización del Estado. El Estado español está organizado en diecisiete autonomías que a su vez se organizan en provincias y municipios. Estado aconfesional. El Estado se declara aconfesional, aunque se reconoce la importancia de la Iglesia católica. La amplia declaración de derechos y libertades de los españoles. Entre ellos destacan una serie de derechos sociales como el derecho a la Educación, a la Salud y a la Sanidad, a una vivienda digna y el derecho al trabajo. También se recogen la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer y la no discriminación por razones de sexo, religión o raza. Igualmente se reconocen derechos civiles como la libertad de asociación, de reunión y de expresión, etc. Entre estos derechos se incluye el derecho al divorcio y la supresión de la pena de muerte. La Constitución de 1978 fue aprobado por las Cortes el día 31 de octubre de 1978, se sometió a referéndum el 6 de diciembre de 1978, siendo aprobada por el 87,79% de los votos emitidos. Finalmente, fue sancionada a por el rey Juan Carlo I el día 27 de diciembre de 1978, y publicada en el BOE el 29 de diciembre de 1978, entrando en vigor ese mismo día como establece su disposición final. Hasta hoy en día, sólo se han modificado dos artículos, el artículo 13 sobre el derecho al sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales de los ciudadanos de la UE, y el artículo 135 que limita la deuda pública. La Constitución española de 1978 es la primera constitución de nuestra historia íntegramente democrática y ha permitido un marco de convivencia, el desarrollo de un estado autonómico y la apertura y el reconocimiento de España en Europa y en el mundo. 2.3.-El tercer gobierno de Adolfo Suárez (1979-1981) y de Calvo Sotelo (1981- 1982) Una vez aprobada la Constitución, se convocaron elecciones generales para el 1 de marzo de 1979. Los resultados supusieron un triunfo por mayoría simple de la UCD de Adolfo Suárez, seguido por el PSOE. Además, se convocaron en abril de 1979 elecciones municipales con el triunfo de la oposición de izquierdas en los ayuntamientos de las principales ciudades gracias al pacto entre el PSOE y el PCE. En este periodo se aprobaron nuevas normas legales como la reforma del Código Civil, el Estatuto de los Trabajadores para la regulación de los derechos laborales, la Ley de Divorcio o la Reforma Fiscal. Además, se trató de configurar el Estado de las Autonomías. Primero los del País Vasco, Cataluña y, un poco más tarde, Galicia (siguiendo la vía rápida del artículo 151 de la Constitución que les otorgaba mayores competencias). En Andalucía, tras las manifestaciones multitudinarias como la del 4 de diciembre de 1977, se logró la autonomía en 1981. A esta situación de desgaste de la UCD hay que añadir los problemas derivados de la crisis económica (desempleo), que lejos de disminuir aumentaba de forma galopante. Todo ello hizo que las diferencias entre el Gobierno y la oposición se acentuaran y el PSOE comenzó a realizar una dura crítica opositora que culminó con la presentación de una moción de censura, la cual no prosperó por el estrecho margen de 14 votos. Pero el problema más grave con el que se enfrentó el gobierno fue la enorme tensión provocada por la escalada terrorista de ETA y el GRAPO (Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre). Además del acoso de la oposición y el terrorismo, Suárez tuvo que afrontar la progresiva desintegración de su propio partido por la falta de unidad en temas como la ley del divorcio, la reforma fiscal o la descentralización autonómica… El 29 enero de 1981 Suárez presentó su dimisión y fue elegido candidato a la presidencia Leopoldo Calvo Sotelo. El 23 de febrero de 1981, mientras se desarrollaba el debate de investidura, un destacamento de guardias civiles bajo el mando de Antonio Tejero ocupó el Congreso y secuestró a los diputados. Mientras, en Valencia, las tropas comandadas por el general Milans del Bosch salieron a la calle y en los cuarteles de toda España se vivieron momentos de suma tensión hasta la intervención televisada del rey pidiendo el acatamiento del orden constitucional. Finalmente, los protagonistas del golpe se rindieron y liberaron al gobierno y a los diputados. Durante su corto mandato (febrero 1981-diciembre 1982), Calvo Sotelo, prosiguió la política reformista con la aprobación de la Ley del Divorcio de 1981 y solicita el ingreso de España en la OTAN en 1982, al que se oponían socialistas y comunistas. Además, se había iniciado una nueva recesión o crisis en la economía española y la UCD continuaba con su proceso de descomposición tras el abandono de Adolfo Suárez (que fundó un nuevo partido, el Centro Democrático y Social -CDS-). La situación obligó a Calvo Sotelo a convocar elecciones generales para octubre de 1982 en las que ganaría el PSOE por mayoría absoluta (202 diputados).