Asfixia Perinatal: Causas y Consecuencias

• La asfixia perinatal implica la interrupción del intercambio gaseoso respiratorio en el feto o recién nacido.
• Esta interrupción resulta en hipoxemia (bajos niveles de oxígeno), hipercapnia (altos niveles de dióxido de carbono) y acidosis (disminución del pH sanguíneo).
• Puede causar daño a múltiples órganos, con el cerebro siendo particularmente susceptible.
• La incidencia varía, pero es más común en países de bajos recursos debido al limitado acceso a la atención obstétrica adecuada.

Causas de Asfixia Perinatal

• Las causas se clasifican en factores prenatales, intraparto y neonatales.
• Los factores prenatales incluyen condiciones médicas maternas como hipertensión, diabetes, enfermedades cardíacas o respiratorias y anemia severa.
• Las complicaciones placentarias, como la insuficiencia placentaria, el desprendimiento de placenta y la placenta previa, son factores prenatales.
• La restricción del crecimiento intrauterino (RCIU) y las anomalías congénitas fetales también contribuyen.
• Los factores intraparto comprenden trabajo de parto prolongado o difícil, presentación anormal (como de nalgas), prolapso del cordón umbilical y uso inadecuado de oxitocina.
• La hemorragia materna durante el parto como factor.
• Las causas neonatales incluyen enfermedad pulmonar del recién nacido, malformaciones congénitas severas, problemas cardíacos y dificultad para iniciar la respiración espontánea después del nacimiento.

Diagnóstico de Asfixia Perinatal

• El diagnóstico se basa en criterios clínicos y de laboratorio combinados.
• Los criterios clínicos incluyen la presencia de acidosis metabólica en sangre de cordón (pH <7.0).
• Un puntaje de Apgar bajo (≤3) a los 5 minutos de vida es un criterio clínico.
• Evidencia de disfunción orgánica múltiple es un criterio clínico.
• Antecedentes de un evento perinatal que podría haber causado hipoxia es un criterio clínico.
• La gasometría de sangre de cordón umbilical es crucial para evaluar el pH y los niveles de gases en la sangre del bebé al nacer.
• El monitoreo continuo de la frecuencia cardíaca fetal durante el trabajo de parto puede ayudar a identificar signos de sufrimiento fetal y prevenir la asfixia.
• Después del nacimiento, la evaluación neurológica es esencial para detectar signos de encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI).
• Pruebas de imagen cerebral, como la resonancia magnética (RM), pueden confirmar el diagnóstico de EHI y evaluar la extensión del daño cerebral.

Prevención de Asfixia Perinatal

• La prevención implica identificar y manejar los factores de riesgo antes y durante el parto.
• La atención prenatal adecuada es fundamental para identificar y tratar condiciones maternas que puedan aumentar el riesgo de asfixia.
• Esto incluye el manejo de la diabetes gestacional, la hipertensión y otras enfermedades crónicas.
• La monitorización fetal durante el trabajo de parto es esencial para detectar signos de sufrimiento fetal y tomar medidas correctivas.
• La disponibilidad de técnicas de reanimación neonatal en todas las salas de parto es crucial para proporcionar una intervención rápida y eficaz en caso de asfixia.
• La capacitación del personal de salud en técnicas de reanimación neonatal es fundamental para mejorar los resultados.
• La planificación del parto, especialmente en casos de alto riesgo, puede ayudar a prevenir la asfixia al asegurar que los recursos y el personal adecuados estén disponibles.

Tratamiento y Manejo de la Asfixia Perinatal

• El tratamiento se centra en la reanimación inmediata del recién nacido, el soporte respiratorio y circulatorio, y la prevención del daño neurológico secundario.
• La reanimación inicial incluye asegurar una vía aérea permeable, proporcionar ventilación con presión positiva y, si es necesario, administrar compresiones torácicas y medicamentos.
• La hipotermia terapéutica es una intervención importante para los recién nacidos con EHI. Consiste en enfriar el cuerpo del bebé a una temperatura de 33.5°C durante 72 horas para reducir el daño cerebral.
• El soporte respiratorio puede incluir la administración de oxígeno suplementario, la ventilación mecánica o el uso de óxido nítrico inhalado para mejorar la oxigenación.
• El soporte circulatorio puede incluir la administración de líquidos intravenosos y medicamentos para mantener la presión arterial y la función cardíaca.
• El control de las convulsiones es importante para prevenir el daño cerebral adicional; se pueden usar medicamentos anticonvulsivos para controlar las convulsiones.
• El monitoreo continuo de la función neurológica, la presión arterial y la saturación de oxígeno es esencial para guiar el tratamiento y evaluar la respuesta del bebé.

Consecuencias a Largo Plazo

• Las consecuencias a largo plazo pueden variar desde discapacidades leves hasta graves y permanentes.
• La encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) es una de las principales complicaciones neurológicas.
• La EHI puede causar parálisis cerebral, retraso en el desarrollo, discapacidades intelectuales, problemas de aprendizaje, trastornos del comportamiento y epilepsia.
• Los bebés que han sufrido asfixia perinatal también pueden tener un mayor riesgo de problemas de visión y audición.
• Las dificultades de alimentación y los problemas gastrointestinales también son comunes en los bebés que han sufrido asfixia.
• El seguimiento médico a largo plazo es esencial para evaluar el desarrollo del niño y proporcionar intervenciones tempranas para minimizar el impacto de las discapacidades.
• La terapia física, la terapia ocupacional, la terapia del habla y otras intervenciones pueden ayudar a mejorar la función y la calidad de vida de los niños con discapacidades relacionadas con la asfixia perinatal.
• El apoyo a las familias de los niños con discapacidades también es importante para ayudarles a afrontar los desafíos emocionales y prácticos asociados con el cuidado de un niño con necesidades especiales.